Personalismo Jpii
Karol Wojtyla, filósofo1
Graciela M. Palau2
sólo en sí mismo y en sus propias fuerzas. en esto. Sólo la opción de insertarse en la verdad, al amparo de la Sabiduría y en coherencia con ella, será determinante para su realización. Solamente en este horizonte de la verdad, comprenderá la realización plena de su libertad y su llamada al amor y al conocimiento de Dioscomo realización suprema de sí mismo”4. Nos encontramos frente a un escrito que resulta un canto genuino a la razón humana capaz de conocer la verdad y descubrir las dimensiones de la belleza y el bien. Donde el Papa nos señala la urgente tarea de ayudar a los hombres a descubrir su anhelo de un sentido último y detodo corazón humano y que es necesario desvelar . Desvelar un profundo deseo deahondar en la propia capacidad de conocer la verdad que es
lósofo que tuvo la valentía de intentar recuperar las dimensiones de la auténtica sabiduría metase dejó interpelar por las exigencias que provienen de la Palabra de Dios, dispuesto a razonar orientándose a la verdad y al bien contenidos en auténtica a una humanidad necesitada de bien; dispuesto a intentar iluminar los diversos ámbitos de laactividad humana con una razón ayudada por la fe y respetada en su justa autonomía. Adete con su ejemplo, mostrando con su vida cómo la que resplandezca la verdad de Cristo, única contemporáneo . En la Carta encíclica sobre las
hombre al que Cristo salvó en el misterio de su amor, y en su permanente búsqueda de verdad y de sentido. Diversos sistemas do de que es dueño absoluto de sí mismo, quepuede decidir autónomamente sobre 1 Artículo Publicado en Universitas. Revista de sociedad y cultura, Nº 2, Julio 2006, Pontificia Universidad Católica Argentina, Buenos Aires. 2 Licenciada en Organización y Gestión Educativa por la Universidad Austral (Argentina) y Profesora de Filosofía, Psicología y Pedagogía, especializada en temas de antropología filosófica. 3 Cfr. Juan Pablo II. Carta EncíclicaFides et Ratio, Paulinas - San Pablo, Buenos Aires, 3º ed., 1998, n. 106, p. 138 y Concilio Vaticano II. Constitución pastoral Gaudium est spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, Buenos Aires, Paulinas, 15ª reimpresión, 1996, nn. 22.
sólo es responsable de esta tarea sino que, a menudo, es “el único ámbito de entendimiento y de diálogo con quienes no comparten nuestra fe”6, como bien pudocomprobar Wojtyla en su larga experiencia pastoral como sacerdote y Obispo en Polonia. Una experiencia de trato con las almas basada en su capacidad de encuentro a través del diálogo que fundamenta esta consabe quien, además de sus obligaciones pastorales, se dedicó a la enseñanza académica como en su querida patria natal bajo el yugo del comunismo ateo. Y en esos años de sometimientoconvencimiento de que sólo en la verdad, llega el hombre a la realización plena de su libertad. Una libertad cuya medida depende del amor del que seamos capaces. Sólo este encuentro con la verdad y el amor que libera, conduce a la realización plena de sí mismo.
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Fides et Ratio, o.c., n. 107, p. 140. Cfr. Fides et Ratio, o.c., n. 102, p. 133-134. Fides et Ratio, o.c., n. 104, p. 136.
Página 76PERSONA . Revista Iberoamericana de Personalismo Comunitario
Verdad, libertad, amor son conceptos
ese texto conciliar, había trabajado el Cardenal polaco, mientras escribía Persona y Acción, su
– Amor que es quien libera al hombre. En cierto modo, puede entenderse este documento como una culminación del iter intelectual que recorrió el párrafo citado resume su visión del hombre, laconcepción antropológica wojtyliana. esta Constitución pastoral contiene un breve tratado de antropología cristiana que revela el hombre actual está esperando una respuesta antropológica cristiana . Él mismo ha intentado mostrar esa respuesta con su vida y su magisterio.
espíritu humano trascendente, donde se descubre la Verdad de Dios: ‘¡No tengáis miedo!’ dijo con voz segura y fuerte al público...
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