personofobia


PERSONOFOBIA.

“Amaos los unos a los otros como yo los he amado” (Juan, 13:34), esta frase bíblica de 9 palabras resume para un gran porcentaje de la humanidad la directriz fundamental de sus vidas, si bien tiene su origen en una religión en particular: El Cristianismo, el amor a los demás es un concepto que impregna todas las religiones conocidas por el hombre, de tal manera que seconvierte en un ideal moral aceptado por las personas que tienen un alto sentido religioso, e inclusive para quienes no lo tienen, el amor es una filosofía de vida.
Ahora bien, ¿Qué tal si existiese un mandato que nos indicara amarnos a nosotros mismos por encima de todas las cosas?
El amor a uno mismo, fundamentado en las teorías individualistas que sitúan al hombre como fin y medio de su propiaexistencia y realización, en palabras de Bauman “la individualización consiste en transformar la “identidad” humana de algo “dado” en una “tarea”, y en hacer responsables a los actores de la realización de esta tarea y de las consecuencias (así como de los efectos colaterales) de su desempeño” (Bauman, 2002) podría implicar para la sociedad en que vivimos, una doble connotación; por un lado se alientala competencia, el imponerse frente a los demás, el escalar posiciones sociales, el acumular bienes y como resultado una ambición desmedida, aspectos que se erigen como soporte del progreso individual o para alcanzar lo que algunos llaman “proyecto exitoso de vida”; paralelamente se condena socialmente aquella filosofía, entendida ahora en términos de egoísmo, egocentrismo, vanidad,superficialidad y ausencia de sentido social, ante el hecho de que este modelo premia a una minoría selecta en detrimento de una mayoría. Así las cosas, una vez se alcanza el proyecto exigido por la sociedad, el individuo llega al punto donde se pregunta por el sentido de tal empresa, a propósito de esta sensación Jean Paul Sartre escribió “La Náusea no está en mí; la siento allí en la pared, en los tirantes,en todas partes a mi alrededor. Es una sola cosa con el café, soy yo quien está en ella”. (Sartre, 1930)
De otro lado están las personas que contrario a aquellas que se aman por encima de todas las cosas, profesan odio por sí mismas. ¿Es acaso ese odio, ese desprecio al valor individual, la base para amar realmente a los demás? ¿Cuáles son las condiciones que permiten desarrollar ese sentimiento yque implicaciones sociales tiene el hecho de declararse a sí mismo despreciable? ¿Resulta siendo un sentimiento destructivo? o ¿Es una filosofía de vida perfectamente viable? Son estas algunas de las cuestiones que este artículo pretende abordar.
En su libro la Genealogía de la moral, afirma Nietzsche: “No nos conocemos a nosotros mismos, nosotros los conocedores. Pero este tiene su razón deser. Si nunca nos hemos buscado, ¿cómo íbamos a poder encontrarnos algún día? (Nietzche, 2005)” Esta reflexión será el punto de partida para indagar sobre las sensaciones propias de un reo al momento que por primera vez siente que la puertas de la prisión se cierran a sus espaldas, y más allá de esa primera noche en prisión, para intentar determinar cómo ese encierro sumado al sentimiento de culpalo puede llevar a un estado mental en donde sienta odio por sí mismo.
¿Qué es esa cosa oscura que llamamos culpa? ¿Cuál es su origen y su modo de operar? La culpa, ese concepto que podemos situar tanto en los procesos de justicia que crea la sociedad para garantiza su ordenamiento y bienestar, como en el ámbito de lo psíquico individual, entendida como los procesos mentales que genera un actocensurado por nuestra conciencia, está en estrecha relación con el concepto de deuda, a propósito de lo expuesto anota Nietzsche “el origen de la justicia se funda en la relación entre acreedor y deudor…. Esta forma de relación consiste en que alguien da un bien a otro, quien debe pagar por ese bien recibido. Este deber supone una promesa, un pacto de restitución entre ambos.” (Nietzche, 2005)...