Perspectiva Orante de las Virtudes Teologales
1. Raíces antropológicas
La oración surge en mi vida como consecuencia de una educación y vivencia de la fe cristiana en familia. Pero entiendo que en su origen profundo se encuentra, al igual que sucede con las virtudes teologales, en la ternura tutelar: esa experiencia de acogida absoluta que posibilita el abandono, también absoluto, al otro.
Esta ternura tutelar genera la confianzabásica indispensable para confiar en que somos dignos de ser escuchados por Dios, de que él desea entrar en diálogo con nosotros, realizando ese viaje kenótico desde su plenitud hasta nuestra pobreza. Nos abre a la posibilidad de forjar una autoestima que está por encima de nuestras cualidades o valores, que se basa en nuestra dignidad como hijos de Dios, amados por él desde antes de nuestraconcepción.
A través del filtro de esta confianza básica captamos el mundo, de forma natural, leyendo amenazas y oportunidades en los acontecimientos, dependiendo de la seguridad o inseguridad que nos fuese ofrecida en nuestros comienzos. Y será en la oración, desde esta lectura, donde tengamos que escudriñar la acción de Dios en el mundo.
Así mismo la oración me ha permitido percibir al otro con losojos de Dios y comprender el papel que jugamos mutuamente en la plena realización de nuestro camino hacia Dios. Ha sido a través de la oración, compartiéndola, como he experimentado los vínculos más fuertes de pertenencia. Y ha sido ella la que me ha permitido abrirme al futuro1, incluso al último y más radical (la muerte) con confianza.
Es la oración el lugar donde los ojos nuevos, el nuevocorazón y la nueva fortaleza, surgidos de la plenificación de nuestras estructuras antropológicas por la acción de gracia acogida y apropiada, se aúnan para ofrecernos la realidad humana revestida de un nuevo sentido, formando parte del plan de Dios para la propia vida y para el mundo.
La experiencia de oración ha ido creciendo a medida que yo misma lo iba haciendo y con ella también la experienciade fe, esperanza y amor. Y aunque bien es cierto que la menesterosidad2 humana es la que nos lleva a la oración en busca de Aquel que pueda subsanarla, la conciencia de menesterosidad misma va cambiando con el tiempo. En un principio son cosas pequeñas, cosas materiales, cosas de niños. (Ej. Encontrar las llaves de casa), ayuda concreta para problemas muy concretos. Más adelante, pidiendo ayudapara tomar decisiones, para afrontar dificultades, para superar retos. Poco a poco descubriendo que esta menesterosidad radical sólo puede ser radicalmente subsanada si es Dios mismo el que se nos da. En ese camino la fe se va robusteciendo, va tomando cuerpo y consistencia, hasta permitir que el Otro, en el que se confía, nos vaya cambiando la vida y los planes, vaya transformado estructuraspersonales y sueños. Y esa dura tarea sólo puede realizarse en la experiencia profunda de un Amor que sabe, que nos sabe, y que nos cuida más allá de nuestros miedos y que nos lanza a un futuro lleno de plenitud y de sentido, haciéndonos pacientes en un presente hermoso aunque lleno de dificultades.
a. Fe-antropología-oración
Creer es condición indispensable para la comunicación profunda y para laintimidad, por lo que la fe es origen de la oración. Pero también fin: se reza para seguir creyendo. Sobre todo en momentos de oscuridad3, en los que la esperanza se hace perseverancia y el amor persistencia, en los que Dios se eclipsa y es necesario dejar que él escave en nosotros nuevas posibilidades, nuevos ojos para poder encontrarle de un modo nuevo.
La oración, como la fe, no nos permitepermanecer en Dios como junto a una estufa cálida y cómoda que nos ata a su tibieza. La oración, si es auténtica, nos impulsa, como la fe, a ir más allá de nosotros mismos, conquistando posibilidades que un día nos fueron mostradas por Dios, pero que muchas veces no creímos posible alcanzar. Y es tan sólo fiados de su mano, confortados por su presencia en la oración como nos atrevemos a ir más...
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