Pertubación

Un tal 2 de marzo, Fernando se desperezaba, como cada mañana, esta vez alegremente, debido a su acontecimiento del año, posiblemente. Tenía como mil cosas en la cabeza, pero ahora debía darse prisa,Jorge no tardaría en recogerlo, y llevarlo al aeropuerto.
Mientras preparaba todo el viaje, miraba a cada momento con una sonrisa al libro que estaba sobre la cama, su libro, su obra de arte. Elclaxon sonó y a la media hora, estaba allí en el aeropuerto, un vuelo donde le llevaría al éxito.
Tenía que presentar su libro, que curiosamente trataba de un agitado vuelo.
Fernando estaba acomodadoen su asiento, junto con una entrañable señora al lado y una mujer con pinta de importante a su izquierda, en primera clase, por supuesto.
-Bueno señora, parece que será un largo viaje, ¿cómo sellama usted?-preguntó Fernando.
-Soy la señorita Brent, representante de la señora de su lado, la modelo Sofía, todo un gusto-y le esbozó una amplia sonrisa.
-Vaya, modelo, es un verdadero placerconocerla, le dijo algo vergonzoso a Sofía.
-Un placer señor Fernando-dijo tras ojear su camisa con el nombre inscrito. Ah le presento a mi maquilladora Susana,y mi guardaespaldas Abraham.
Ambos, en losasientos de la otra fila, le saludaron amablemente.
-Y usted a que se dedica señor Fernando-Preguntó Sofía.
-Soy Fernando Martínez, detective y escritor profesional.
-E-el famoso Fernando, ustedresuelve crímenes casi perfectos, y sus libros son tan espectaculares.-Le dijo la señorita Brent.
Entre todos los rostros, uno reflejaba el nerviosismo y terror, y Fernando se percató.
-Señora Sofía,permítame darle estos bombones de crema soy una gran admiradora de su blog de ropa-Se inmiscuyó una señora de entrada edad, llamada Sandra, de acomodada familia- Mi hija es aquella, situada junto a sumaquilladora.
-Todo un gusto Sandra, gracias por los bombones y encantada pequeña.
Pero la chica solose fijaba en el maquillaje que sacaba Susana, que lo dejo en una tablita del otro asiento, y...