Peste Del Olvido
esos cayó por el lugar la peste del olvido. Y según, narra García
Márquez, la gente debía anotar y pegar el nombre del objeto para
poder nombrarlo.
En losMacondos de sol y lluvias, en aquellos que son vivibles,
amables u odiables la peste del olvido llega con tropiezos
sucesivos de la memoria. La retentiva se va desgastando en
razones falsas, en acumulardatos inútiles y en inventarse
disculpas para evadir la crudeza de la temporada. La peste del
olvido llega con el escamoteo de las culpas y el acoquinamiento
del ánimo popular.
La enfermedadllega por las esquinas y primero agobia a los
cronistas de labia fácil. Más tarde todo el vecindario desayuna
bolones de hormigón con una pasividad fatalista. La peste del
olvido le pone pesado elcorazón a la gente y le duerme los
ángeles guardianes en sueños de muerte semejante.
Esto es lo que cree este esquinero de los martes que pasa en el
país y sus conversatorios de olvido entre lospoderes.
El barrio debería asombrarse (¿debería?) por esta fumadas de pipa
de la paz sin cachimba (y sin tabaco, por si acaso). El Gobierno
jamílico, con Jamil Mahuad en persona, y los que nosrepresentan
como sociedad civil. Cada cual adorando su pérdida de memoria y
no creyendo en lo que ven sus ojos. No creen, porque el objeto
no tiene el nombre que se le estampó antes del borrón en elcaletre. El muro invoca un mensaje que ya no es de esta calle
dura y silvestre.
La estrategia del gobierno del Gobierno jamílico, con el
presidente Mahuad en el timón, es gobernar a su favor lasnieblas
de olvido. Los representantes sociales la buscan por el lado del
establecimiento: partidizar el conversatorio. La analogía sería
esta: nadie querría salvarse si las tablas de salvación notienen
los colores del partido. Ahora que si ellos fueran los únicos
neanderthales en el planeta Ecuador no importaría, ya vendrán los
paleontólogos a analizar la bobería fosilizada. Diablos, pero...
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