Peter Burke

Peter Burke.
FORMAS DE HISTORIA CULTURAL.
Capítulo 11: Relevancia y deficiencias de la historia de las mentalidades.
RESUMEN
El ensayo define a la historia de las mentalidades en relación con tres rasgos distintivos. En primer lugar, hace hincapié en las actitudes colectivas más que en las individuales y presta atención tanto a la gente común como a las elites. En segundo lugar, no leinteresan tanto las ideas conscientes o las teorías elaboradas como los supuestos implícitos o inconscientes. Y por último, le interesa la “estructura” de las creencias, además de su contenido; en otras palabras, las categorías, metáforas y símbolos, cómo piensa la gente, además de que piensa. En todos estos aspectos la historia de las mentalidades difiere de otros enfoques de la historia intelectualtales como la norteamericana "historia de las ideas". Cabría describirla como una antropología histórica de las ideas. Desde Émile Durkheim, los sociólogos y antropólogos sociales se han interesado por las “representaciones colectivas”, las “formas de pensamiento” o los “sistemas cognitivos” de otras culturas. No obstante los problemas planteados por el estudio de las mentalidades son demasiadoimportantes para circunscribirlos incluso a dos disciplinas. El enfoque histórico sistemático es más reciente. Por supuesto, se ha asociado con la revista francesa Annales desde la época sus fundadores, Lucien Febvre y Marc Bloch, muy interesados en lo que denominaron "psicología histórica", "mentalidades colectivas", "aparato conceptual" o, en la expresión tomada de Durkheim, "representacionescolectivas". Sin embargo, no se trataba de un monopolio francés; su orientación estaba relacionada con la historia cultural practicada por Johan Huizinga, cuyo Otoño de la Edad Media (1919), estudiaba las actitudes colectivas, la historia de los sentimientos y las "formas de pensamiento". Este capítulo trata de valorar la relevancia de la historia de las mentalidades, tal como se ha practicado enFrancia. En los últimos años, este término ha perdido vigencia y ha sido sustituido por "representaciones" o "imaginario colectivo". No obstante, en la práctica, la diferencia entre la antigua historia de las mentalidades y la nueva historia de las representaciones no es lo suficientemente grande como para que estas reflexiones hayan perdido su vigencia. La primera observación que cabe hacer sobre lahistoria de las mentalidades es que algo debe ocupar el espacio conceptual entre la historia de las ideas y de interés social a fin de no tener que elegir entre un hito intelectual que excluya la sociedad y un interés social que excluya el pensamiento. Uno de los aspectos principales de este enfoque es que toma más en serio que antes el lugar de las ideas en la vida social cotidiana. En el caso dela economía, el historiador polaco Witold Kula, en un brillante análisis del sistema feudal en Polonia de los siglos XVII y XVIII, ha demostrado que no puede entenderse sin tener en cuenta las actitudes, valores o modo de pensamiento de quienes más se beneficiaban de él. El famoso artículo de E. P. Thompson sobre la "economía moral" de la multitud en Inglaterra sugiere que las revueltas motivadaspor la comida no deben considerarse meras respuestas al hambre, sino expresiones supuesto morales colectivos, sugerencia que no tardan aplicarse al estudio de las rebeliones en sociedades muy distintas. También en historia de la ciencia se ha hecho repetidos intentos de problematizar la "racionalidad", de abandonar la distinción simplista entre la "magia" irracional, social con el "otro" y laciencia racional, asociada con "nosotros".
Los historiadores necesitan un concepto como el de "mentalidad" para evitar dos peligros opuestos. El primero es considerar habitantes del pasado irracionales o indignos de una consideración histórica seria. Si una actitud determinada del siglo XVII nos resulta extraña, debemos recordar que forma parte de un sistema de creencias cuyos elementos se...