peter slodrijk
Desde 1983 Peter Sloterdijk cuenta entre los filósofos más importantes de la Alemania de posguerra. De un día para otro se hizo famoso con su Crítica de la razón cínica (Siruela, 2003), un libro que conmovió al gran público como casi ninguna otra obra de diagnóstico filosófico del tiempo desde La decadencia de Occidente de Oswald Spengler. Spengler simpatizaba con loscésares, le gustaban las alturas del mando y la voz imperiosa. El patrono de Sloterdijk, por el contrario, era el Diógenes del barril, el burlón y el irónico.
Crítica de la razón cínica cuenta cómo, tras desenmascaramientos e ilustraciones, la conciencia, obra sin embargo incorrectamente. Fue un libro sobre el cinismo como bagaje fundamental de la moderna comprensión de la realidad. Ya entoncesSloterdijk había comenzado a reflexionar sobre las relaciones y circunstancias mundanas a gran escala, recurriendo e incidiendo en relaciones y circunstancias íntimas de uno y con uno mismo. Y en este camino ha seguido avanzando. Demasiado, dicen críticos suyos poco audaces, que muestran así no haber comprendido que nuestra realidad está hecha de tal modo que hay que ir demasiado lejos para llegar aella.
Sloterdijk también se distingue por el estilo literario, brillante, en que escribe, algo que entre ciertos filósofos, y no sólo en Alemania, se considera un detrimento.
Su obra más reciente, aguardada con gran expectación, verdaderamente un opus mágnum, es el proyecto Esferas en tres volúmenes, el primero de los cuales es éste en traducción castellana.
Sloterdijk convoca lossentidos, las sensaciones y el entendimiento para conseguir claridad sobre lo cercano. ¿Lo cercano? Lo cercano es aquello que la filosofía pasa a menudo por alto: el espacio vivido y vivenciado. Vivimos siempre “en” espacios, esferas, atmósferas; la experiencia del espacio es la experiencia primaria del existir. En este libro la filosofía recupera el rastro y el lenguaje de lo primario. Por supuesto queSloterdijk no es el primero que intenta pensar al ser humano desde la experiencia espacial. El citado Oswald Spengler ya había emprendido la tarea de distinguir tipos de cultura según sus conceptos de espacio: la cultura occidental fáustica con su fantasma del espacio infinito. Los fenomenólogos, sobre todo Martín Heidegger, habían comenzado en el siglo XX la búsqueda de un lenguaje para el espaciovivido y para el hombre como ser compartidor de espacio, coexistente. No es exagerado decir, sin embargo, que Sloterdijk ha elevado a un nivel completamente nuevo la filosofía de la coexistencia en el espacio común.
Esferas reza, pues, el título de esta obra en tres volúmenes. Una filosofía no es sólo original cuando acuña nuevos conceptos, sino también cuando descubre algo sorprendentementesignificativo en expresiones bien conocidas. La de “esferas” recuerda, efectivamente el mundo desaparecido de la vieja metafísica, ese país encantado de certezas e inquietudes, consolador y angustioso. “Esferas” significa, en cualquier caso, no un espacio neutro, sino uno animado y vivido; un receptáculo en el que estamos inmersos. No hay vida sin esferas. Necesitamos esferas como el aire pararespirar; nos han sido dadas, surgen siempre de nuevo donde hay seres humanos juntos y se extienden desde lo íntimo hasta lo cósmico, pasando por lo global. Sería hermoso que dominara la armonía de esferas, pero, de hecho, y éste es el gran tema de Sloterdijk, aparecen conflictos, crisis y catástrofes en el traslado de una esfera a otra. No en último término la fecundidad de una cultura se mide por sucapacidad de solucionar este problema del paso de una esfera más pequeña a la siguiente en magnitud.
Sloterdijk comienza con la primera esfera en que estamos inmersos, con la “clausura en la madre”. Pertenece al drama de la vida el que siempre haya que abandonar espacios animados, en los que uno está inmerso, sin saber si se va a encontrar en los nuevos un recambio habitable. El primer...
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