petroleo
rentismo y
subdesarrollo:
¿una maldición
sin solución?
Jürgen Schuldt /
Alberto Acosta
Los países ricos en recursos
naturales no son los más
desarrollados. Podrán tener
grandes ingresos o un alto PBI
per cápita, pero casi siempre
carecen de instituciones sólidas
y niveles de vida adecuados para
toda la población. El virus
de la «enfermedad holandesa»,
la distorsiónen la asignación
interna de los recursos y la
consolidación de una mentalidad
rentista son algunas de las
causas de esta aparente paradoja,
que afecta particularmente
a los países latinoamericanos
productores de petróleo.
Para evitar estos males,
el artículo propone incluir la
política energética dentro de
una estrategia más amplia
de desarrollo autónomo.
En una generación pasamos decabalgar camellos a cabalgar Cadillacs.
Ésa es la manera como desperdiciamos dinero. Temo mucho que la próxima
generación volverá a cabalgar sobre camellos.
Rey Faisal de Arabia Saudita
A
unque pueda causar sorpresa, la evidencia reciente y muchas experiencias históricas nos permiten afirmar que los países que se han especializado en la extracción y la exportación de recursos naturalesnormalmente no
han logrado desarrollarse. Esto es así, sobre todo, para aquellos que disponen
Jürgen Schuldt: peruano, doctor en Economía de la Universidad de St. Gallen, Suiza. Es profesor
principal de la Universidad del Pacífico, Lima.
Alberto Acosta: ecuatoriano, economista graduado de la Universidad de Colonia, Alemania. Es
consultor del Ildis, Ecuador.
Palabras clave: energía, petróleo,desarrollo, rentismo, América Latina.
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Jürgen Schuldt / Alberto Acosta
de una sustancial dotación de un único o unos pocos productos primarios: parecen estar condenados al subdesarrollo, atrapados como están en una lógica
perversa, conocida como la «paradoja de la abundancia» (Karl). La profusión
de recursos naturales tiende, entre muchos otros procesosendógenos de carácter patológico, a distorsionar la estructura y la asignación de los recursos
económicos, a redistribuir regresivamente el ingreso nacional y a concentrar
la riqueza en pocas manos, mientras se generaliza la pobreza, se originan crisis económicas recurrentes y se consolidan mentalidades «rentistas», además
de profundizarse la débil y escasa institucionalidad, alentarse la corrupción ydeteriorarse el ambiente.
Como es evidente, todo ello ha contribuido a debilitar la gobernabilidad democrática, y a menudo terminan estableciéndose gobiernos autoritarios, voraces y clientelares. En efecto, estos países no se han caracterizado por ser
ejemplos de democracia, sino todo lo contrario. América Latina tiene una amplia experiencia acumulada en este campo y lo mismo se podría decir delos
países exportadores de petróleo ubicados en los golfos Pérsico o Arábigo.
Arabia Saudita, Kuwait y los Emiratos Árabes pueden ser considerados como
países muy ricos, con elevados niveles de ingreso per cápita, pero no pueden
incluirse en la lista de países desarrollados. Se podrían mencionar ejemplos
contrarios, como Noruega, pero en este caso la extracción de petróleo comenzó cuando yaexistían sólidas instituciones económicas y políticas democráticas institucionalizadas, es decir cuando el país ya estaba desarrollado.
Las economías dependientes de la extracción de recursos naturales no son las
que más han crecido. Desde la década de 1960, las economías subdesarrolladas primario-exportadoras dotadas con abundantes recursos naturales –en
especial no renovables– han crecido atasas menores por habitante que las que
no disponen de ellos (Auty). Por razones muy peculiares, que esbozaremos en
lo que sigue, estas economías no han logrado superar la «trampa de la pobreza», situación que da como resultado una gran paradoja: países ricos en recursos naturales, que incluso pueden tener importantes ingresos financieros, pero que no han logrado establecer las bases para su...
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