Phoemix

“Te enamoraste de mis cenizas. De mi reflejo impregnado en humo, un olor típico que no deja apreciar el autentico, el que casi lastima la nariz”
Clara se retorcía por dentro. La música le daba a susdedos pequeños empujones bipolares. Por una parte todo estaba bien, todo su alrededor brillaba desde los ojos de Clara con un esplendor no muy típico aquella noche. Las casas iluminadas,los arboles en su eterna prisión, la gente indiferente a que el viento quisiera anteponerlos a su destino, coches que seguían hacía una misma dirección, perros que se dirigían hacia la nada buscandoalgo que solo los propios perros saben. Todo tenía su propio aroma, su propio encanto. Sus ojos miraban, inquietos, apreciando la belleza de aquellos momentos rutinarios, simples, pero que lellenaban tanto en ese momento. O eso , o bien que buscaba una distracción para no seguir su nota. Su nota desesperante y sin sentido.
Por otra parte no.
-Imposible…. ¿Qué he de cambiar, que debohacer?- Clara se apartó un mechón de pelo de la cara mientras hacía una mueca muda.
-“No hay nadie, no empieces a hablar sola de nuevo”.
-“Y qué, si es que la soledad me puede. Me amarga, me desgarra, memata”.
-“Busca calor, un calor que te llene. Una vez lo encontraste y no fue un espejismo ni una obra de tu magnifica imaginación”
-“Qué sabrás tú, si eres yo y nada te llena, todo acaba cansándote, sino dime, ¿Dónde está ese calor? ¿Está aquí? Porque yo no lo veo.
Silencio.
Se dio cuenta de que estaba hablando consigo misma, discutiéndole cosas a su subconsciente que siempre se lo debatía todo.Su propio subconsciente se tragó sus sarcasmos y desapareció indignado ante la cabezonería de quién le respondía. Poco importaba en ese momento.
Se fue.

La noche pintaba fría. Esperaba una respuestaque le hiciera cambiar de opinión. Pero de nuevo silencio, ya nadie se molestaba en encontrarla, ni siquiera ella misma. Su silueta plasmada en el espejo le horrorizaba y...