Pianista en el burdel
¿Qué retos se plantean a la prensa en el mundo de hoy? ¿Cuáles son los valores del periodista? ¿Cuáles son los límites entre la política y los medios de comunicación? Juan Luis Cebrián, fundador del diario El País y consejero delegado del grupo Prisa, aborda en este ensayo algunas de las cuestiones que jalonan el debate acerca del papel que el periodismo juega y debejugar en la democracia y ofrece un jugoso balance de su dilatada experiencia profesional. En él hace reflexiones y cuenta algunos de los episodios a lo largo de su larga y brillante carrera como periodista. El periódico que fundó es un punto de referencia del periodismo internacional y una especie de faro del periodismo en español.
El libro abre con una frase del repertorio popular: “No le digáisa mi madre que soy periodista, prefiero que siga creyendo que toco el piano en un burdel”. Esta cita, conocida por muchos deja ver cómo era percibida hace años la profesión del periodismo. Cebrián comenta en el libro cómo aún en estos días la profesión despierta cierta sospecha en algunos círculos, y cita la definición de los periodistas italianos sobre su profesión: “Trabajar es peor”.
Eldesarrollo de los medios, su expansión, la accesibilidad a la información, los despliegues informativos son parte total de las sociedades modernas. El rol que desempeñan los medios es en muchos casos definitivo, por ejemplo, desde el punto de vista electoral. Cierto que en general la televisión tiene un impacto mucho mayor que la prensa escrita, pero eso no quita poder a los medios que algunos ven,como menciona Cebrián, que “se trata de un verdadero poder fáctico, con enorme capacidad de destrucción: quizá no pueda erigir gobiernos, pero puede derribarlos; quizá no pueda consolidar famas, pero sus potencialidades de denigración e insulto son casi ilimitadas”. Y también rememora a Oscar Wilde con la frase “En los viejos tiempos la humanidad tenía el potro de torturas; ahora tiene losperiódicos”.
Cebrián nos lleva en su libro desde el nacimiento de las gacetas, la evolución de los medios, el manejo de la información, hasta la vida en un blog, que es el nombre del último capítulo. Vale la pena leerlo, tanto para quienes consumimos noticias como para quienes las producen y los que las difunden.
El mito del Watergate
En 1972 una patrulla de la policía local de Washington descubrió unaoperación de espionaje en la oficina electoral del Partido Demócrata. Con este episodio, en principio relativamente menor, comenzaba lo que probablemente constituye el más abierto enfrentamiento que se haya dado nunca entre el poder político y un medio de comunicación: el Watergate toma el nombre del hotel en el que tuvieron lugar los primeros acontecimientos -el espionaje a las oficinaselectorales del Partido Demócrata- y terminó con la carrera política del presidente Nixon. Desde que éste se viera obligado a dimitir en agosto de 1974 como consecuencia de los escándalos posteriores a aquel suceso, el título de ese lujoso complejo de oficinas y centro comercial del distrito de Columbia quedó escrito con carácter indeleble en la mitología del periodismo.
El primer ensayo del libro estáimbuido de este espíritu. La no demasiado original elección del “mito Watergate” no hace sino reforzar este esfuerzo divulgativo por enarbolar los grandes principios del periodismo (veracidad, independencia, libertad de expresión) haciéndolos reposar sobre un caso emblemático de nuestra época, conocido por todos pero al mismo tiempo impermeable al paso del tiempo, incluso se diría que revalorizadocon los años de acuerdo al surco zigzagueante que la prensa, de un tiempo a esta parte, merced a las crecientes “presiones, manipulaciones y chantajes” debe sortear.
Gacetilleros, gansos y embaucadores
Porque si bien es cierto que El pianista en el burdel (título que, como es de sobra conocido, alude al célebre adagio periodístico) redunda en lugares comunes y clichés, está atravesado, y...
Regístrate para leer el documento completo.