Piedad
Sangre…
Es lo que Daeg observa cuando el primer golpe llega sobre su piel ya congelada por el frío, a los pocos segundos le siguen otros, menos potentes pero para ella igual de dolorosos.Después de unos minutos deja de sentir el dolor físico y con sus ojos medio cegados por las lágrimas y la vida que se escapa rápidamente de ella observa a su atacante; su propia hermana la golpea con unlátigo, en su rostro no se observa ninguna emoción, o ella no es capaz de distinguirla, solo ve su sonrisa cruel y maníaca mientras intenta acabar con la existencia de su sangre, de la chica quehabía visto crecer.
Daeg suspira cuando siente que el fin está cerca, su hermana también lleva un cuchillo con ella, quizá para asegurarse de que estuviera completamente muerta, la chica se lleva lamano repleta de cardenales a su corazón en un intento por parecer indefensa, para proteger aquello que le proporcionaba vida, tal vez razone al fin. Cuando su atacante se acerca lo suficiente ella evitasu mirada, no quiere verla cuando todo acabe, no quiere observar sus ojos y darse cuenta que no hay esperanza alguna, que todos esos años de risas y juegos se han quedado en el olvido y sobre todo noquería darse cuenta que el cariño solo era una farsa.
Una mentira, igual que toda su vida; porque ahora sabía que cada vez que Wyn decía > no eran más que palabras, que nunca lo había sentido enrealidad.
Daeg esperaba el último golpe, aquel que rompería su corazón, aunque este ya llevaba un tiempo roto; se sentía traicionada y desilusionada, era mejor que su muerte fuera rápida, y no lalarga tortura a la que Wyn la exponía, le daba tiempo suficiente para pensar en los buenos momentos que habían pasado juntas, en el dolor más mental que físico que sentía en ese instante, tal vez comoúltimo acto de piedad clavara esa cuchilla rápidamente en su interior.
Aquella persona tan cruel no le dio ni siquiera esa suerte, se marchó sonriendo y tarareando una canción en un ritmo alegre....
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