Pierre Riviere
Después de la evaluación de las distintas declaraciones de testigos, opiniones de médicos y la Memoria escrita por el acusado, el jurado decide declararlo culpable y sentenciarlo al castigo que la ley francesa estipula para el parricidio: pena de muerte. Sin embargo, el cuestionable estado mental del asesino y la imposibilidad de hacer un juicio certero respecto aeste, lleva a los mismos miembros del jurado a redactar una petición de conmutación de la pena de muerte por la de cadena perpetua, lo cual es concedido por el rey. No obstante, Pierre Rivière se ahorca cuatro años después en la penitenciaría de Beaulieu.
Ante un asesinato tan brutal como este, pareciera demasiado sencillo emitir un juicio al respecto y condenar al culpable a la pena máxima,poniéndole etiquetas como la de monstruo o depravado. La complejidad de la situación yace en lo que en aquella época parecía contradictorio: cualquiera que haya observado los cadáveres de las víctimas o escuchado una descripción detallada del crimen, no habrá dudado en pensar que tales atrocidades sólo pueden ser producto de una mente enferma, afectada por una grave locura en la que toda razón seencontraría ausente. Es difícil pensar que en algún lugar pudiera existir una razón detrás de la aparente sinrazón del acto, y esto es precisamente lo que resulta tan desconcertante para los jurados ya que no pueden entender aquello que Pierre demuestra brillantemente cuando presenta al mundo su Memoria: que la locura no es lo mismo que la irracionalidad o el absurdo.
Rivière muestra unacapacidad de memorización impecable y presenta una narrativa perfectamente coherente e incluso sobresaliente si tomamos en cuenta la casi nula educación de su autor. Es en este momento que la línea divisoria entre la locura y la cordura parece borrarse, y las definiciones de la época para categorizar la enfermedad mental resultan insuficientes para encuadrar y comprender al personaje que es PierreRivière. Si pensamos en la caracterización que se hace del delirio como un desarrollo lógico sobre premisas falsas, podremos entender que ésta es precisamente la situación con la que nos enfrentamos en este caso. Por este motivo, es casi increíble que el Doctor Bouchard, uno de los expertos consultados por tribunales de justicia, citado en los Anales de Higiene Pública llegara a sus conclusiones a partirde la siguiente deducción:
“Su estado mental no puede situarse en ninguna de las clasificaciones adoptadas por los autores […] Pierre Rivière no es un monomaníaco ya que no delira sobre un único objeto, no es un maníaco porque no está en un estado constante de agitación; no es idiota ya que ha redactado una memoria cargada de sentido; y finalmente no es un demente, como podrá apreciarse a...
Regístrate para leer el documento completo.