Pigmalión En La Gerencia
El presente artículo resalta la importancia de gerenciar los talentos mediante las altas expectativas, lo cual deviene en una profecía autocumplida debuena o mala productividad por parte de los subordinados.
Creo que en nuestra sociedad las expectativas que los gerente tienen de los subordinados no determinan la productividad de losmismos, tanto como el establecimiento claro de las funciones a las cuales la gran mayoría se limita.
No es común el deseo de “ir más allá de lo establecido”, por el contrario, estoen muchas oportunidades se convierte en el límite de los subordinados, y claro es reforzado con la premiación a quien cumple sus funciones, entonces no creamos una cultura donde seambiciona hacer más de lo establecido para alcanzar un reconocimiento o una satisfacción propia.
Me permito hacer una comparación con la formación escolar, por ejemplo: se suelepremiar la puntualidad y esto deja una huella en los niños, hasta tal punto que muchos adultos consideran la puntualidad como una virtud y no como una obligación y esperan ser premiados porser puntuales en su centro de trabajo.
Estoy convencida de que nosotros como futuros especialistas en la gestión del talento humano tenemos que cambiar esta visión preconcebida yformar gerentes capaces de influir fuertemente en los subordinados por medio de expectativas positivas y realizables. Personas que puedan utilizar el “empowerment” como una herramientaque les permita a los subordinados tomar decisiones, pues no se podría esperar mucho de quienes no tienen esta facultad en sus manos.
Finalmente creo que sólo es factible formargerentes, supervisores, coordinadores, etc. sólo si desarrollamos la autoconfianza en nuestra formación y experiencia, siendo éste el secreto de la superioridad como lo indica el autor.
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