Pinocha

La hija de los provocadores de naufragios

Chambercomber Manor era una enorme casa en la costa rocosa de Devonshire, en Inglaterra. Durante 300 años estuvo embrujada por el fantasma de una joven.
Un propietario tras otro reportaron haber visto a la joven. Nunca nadie reporto tener miedo del fantasma. Pero nunca nadie supo quien era ella… no durante 300 largos años.
Entonces, hace 100 años,el dueño de la casa descubrió un cuarto diminuto, que había estado escondido detrás de paredes enyesadas por años. Dentro del pequeño cuarto se encontraba el esqueleto de una joven, recostada en una hermosa cama. Aun vestía la ropa que había usado hacia más de 200 años.
La ropa había sido suave y bonita, pero ahora estaba empolvada y frágil. El esqueleto llevaba hermosos anillos y collares, ahoraoscurecidos por el tiempo.
Pero aun así, nadie sabía el nombre de la mujer. Nadie sabía porque había estado escondida en el diminuto cuarto durante tantos años. El esqueleto pronto fue sepultado en un pequeño cementerio del pueblo, pero el triste fantasma continuo rondando por todos los pasillos de la vieja casa. ¿Por qué estaba ella ahí?.
En el siglo XVVII, Chambercomber Manor pasó a manos deThomas y Mary Oatway. Los Oatway eran dueños de una pequeña tienda, pero nadie sabía que los Oatway eran provocadores de naufragios.
Durante las tormentas, cuando los Oatway sabían que un barco navegaba cerca de la línea costera, encendían una fogata en la playa. El capitán del barco pensaba que la fogata era una luz que los guiaría a un sitio seguro, pero dirigía a su barco hacia las grandesrocas de la costa.
El barco encallaba y se hacía pedazos, y la carga era arrastrada hasta la playa. Entonces los Oatway recogían todas las cosas valiosas y las guardaban en una cueva, que conducía a un túnel secreto que llegaba directamente a su casa. No había pasajeros ni tripulación que viviera para contar la historia.
Una noche, hace mucho tiempo, el cielo estaba negro, excepto por unosrelámpagos. Thomas miraba el mar cada vez que caía un relámpago.
“Ey, todavía está ahí”, grito. “Tal vez ya vieron nuestra fogata”.
“Ponle más leña. La luz debe ser muy fuerte para que el barco la vea”, dijo Mary.
“Necesitamos más productos para nuestra tienda”. Mary y Thomas arrojaron más leños al enorme fuego para que la pesada lluvia no lo apagara.
“Ya vieron nuestra fogata”, dijo Thomas. “Creen quees el canal que los salvara”.
Mary y Thomas soportaron la lluvia y el viento. Vieron el barco girar y azotarse entre las olas. Y escucharon los crujidos de la madera cuando la proa el barco golpeo las rocas.
“Ahí está, Mary”, grito Thomas. “¡Ya naufrago!”.
A Mary le pareció oír gritos de auxilio entre las estrepitosas olas. Cerró los ojos y se tapo los oídos con las manos.
Empezaron a buscarcajas y baúles. Thomas hizo a un lado su linterna para recoger las cajas. Los rayos amarillos de su linterna cayeron sobre un cuerpo inmóvil que estaba boca abajo en agua poco profunda.
“Aquí hay una mujer”, grito Thomas. “Creo que está viva”.
Arrastraron a la mujer para sacarla del agua, y Thomas se inclino sobre ella para oír su corazón.
“Esta viva”, dijo.
Mary vio que el rostro de la mujerestaba muy cortado por las filosas rocas. Su corazón se ablando. Quería ayudar a esta joven. “No podemos dejarla aquí”, le dijo a su esposo.
“De acuerdo, Mary, la llevaremos con nosotros”, dijo Thomas. Cargo a la mujer y la llevo a la cueva.
Pusieron a la mujer en la recamara de Elizabeth. Elizabeth era su hija. La niña había escapado 30 años atrás. La vida en el pequeño pueblo y el trabajo enla tienda no eran muy emocionantes para ella. Nunca supo de las fogatas, de los naufragios, ni del túnel secreto.
Desde entonces, nunca recibieron ninguna carta de Elizabeth. Mary lloro durante años antes de guardar la ropa de su hija. Esta pobre mujer y Elizabeth parecían tener la misma edad.
Mary se sentó junto a la mujer recostada en la cama. Le había limpiado la cara y se la había...