Pintura Acade Mica Brasil
Pintura académica en Brasil
Víctor Meirelles: La primera misa en Brasil, 1861 Museo Nacional de Bellas
Artes de Brasil El academicismo en Brasil fue una expresión
institucionalizada de todo el sistema artístico que prevaleció en el país desde el inicio del siglo XIX y duró hasta comienzos del XX. Se basaba
en principios académicos artísticos europeos.
Se trata, más que de un estilo específico, de un método de enseñanza superior
artístico profesionalizante, equivalente al la enseñanza universitaria moderna.
En Brasil este sistema fue introducido en el periodo de vigencia del
Neoclasicismo, estilo que fue uno de los principales motores difusores y después absorbió estéticas románticas, realistas, simbolistas y otras que marcan
la pauta para el cambio del Siglo XIX al XX, expurgando de ellas lo que no
se encuadrase en la formalidad de la Academia.
La estrecha relación entre el arte académico brasileño y el poder
constituido amplió el significado del término, haciendo del academicismo
nacional un sistema pedagógico, un movimiento filosófico y un acto
político, así como un laboratorio para la formación de importantes símbolos
identitarios nacionales y una vitrina para su divulgación, contribuyendo a
convertir su tiempo de vigencia en uno de los más ricos, complejos, animados e interesantes de la historia artística brasileña.
Su pujante legado en el arte es significativo hasta el día de hoy. Aunque
el término se aplica más comúnmente en la historia del arte brasileño
para el periodo mencionado, el sistema pedagógico académico sobrevivió a
los atropellos modernistas y de las corrientes vanguardistas del siglo XX,
aunque ahora se haya modificado e insertado en ambientes escolares
artísticos de las
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modernas universidades que hoy producen y teorizan el arte de alto nivel y son
hijas directas de la escuela fundada por Juan VI, incentivado por la
Misión Artística Francesa.1
Estilos, géneros e ideologías En términos de estilo, el academicismo nacional nació sobre el signo neoclásico, inspirado en las obras
de pintores como Jacques
-Louis David, el principal nombre de la escuela
neoclásica francesa y maestro de Jean
-Baptiste Debret, integrante de la
Misión Francesa. El neoclasicismo proporcionó las directrices metodológicas implantada en Brasil para la creación de obras pictóricas: el rigor en la
composición, el dibujo claro, la anatomía exacta, el reclamo ético y cívico. Pero
el neoclasicismo puro dio pocos frutos en Brasil, debido al funcionamiento
precario de la academia imperial en sus primeros tiempos. Cuando la academia se estabilizó, la tendencia general ya había evolucionado hacia el romanticismo,
con el que el arte académico brasileño llegó a su apogeo. El romanticismo
fue una corriente estético
-filosófica que reforzó diversos movimientos
nacionalistas europeos. Aunque llegó a Brasil con cierto retraso, coincidió
con en el momento exacto en que el país estaba comprometido con un proceso modernizador y nacionalista tras la reciente independencia de Portugal,
y deseaba presentar al mundo un rostro progresista y civilizado.
Víctor Meirelles, Moema, 1866. Museo de Arte de São Paulo.
Una de las más conocidas pinturas brasileñas de temática indianista
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