piscator


UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA
FACULTAD DE ARTES
LICENCIATURA EN TEATRO
Cátedra Dinámica de Grupos I




Trabajo práctico n°2 y 3:
ERWIN PÍSCATOR
y el Teatro Político




Equipo Docente:
Prof. Titular: Lic. María Mauvesín.
Prof. Asistente: Lic. Ma. Fernanda Vivanco
Ayudantes Alumnos/as: María Belén Vega, Laura Estrugo Chacur.
Adscripta: Lic. María Cecilia Griffa.

Integrantes:
SabrinaFalkenberg, Jeremías Laciar, Damián Marcellini, Yanina Mirón, Rocío Muller, Paula Lapunzina, Lucrecia Paesani, Marcos Peña, Florencia Romero, Carolina Suárez, Agustina Vargas Vieyra.



Córdoba, 01 de junio de 2015

Introducción:
Recuperar el trabajo de Erwin Piscator, y las columnas que sostienen su propuesta de Teatro Político, es hacer resonar las pregunta que puede recorrer todos los tiempos yestilos teatrales: ¿Todo teatro es político?
Este referente de la escena, de la dramaturgia, y concomitantemente de la acción política de su época, fue aquel que cernido completamente por los horrores y los errores de la misma, comenzó a pensar qué cosas en el teatro podían pasarse por el tamiz que obsesionaba a las mentes revolucionarias de la época: el marxismo. Este, de repente, operaba como una“develación” que influía en los más diversos aspectos de la vida cotidiana en dos sentidos que aquí nos interesan: en la noción de que hay en la realidad social, un ejercicio de ciertas clases dominantes por tergiversar la manera en la que vemos el mundo, que es la “ideología dominante”, que hace que veamos las cosas como naturales, en vez de enraizarlas en su producción y concepción material ehistórica; y por otro la creencia de que luego de este acto de develación, solo nos queda, como un progreso indiscutible de la humanidad, la lucha de clases, que se traduciría en la emancipación económica, y por lo tanto, la liberación en la totalidad de la vida social.
Entonces desde esta óptica, encontramos en el teatro de Piscator, un armado ideológico orientado a la revolución, que sin embargo, espara su tiempo, avanzado y “de vanguardia” (también en un sentido literal), ya que para él el teatro proletario, o el teatro político, implicaba también resaltar la necesidad, de que, llevada a cabo la revolución comunista, uno de los aspectos más relevantes del cambio en las relaciones sociales, sería la liberación artística y cultural, además de la política y económica que determinaría laconducción del bloque histórico por las clases antes oprimidas.
Para nosotros y nosotras, hay aquí una creencia en el rol del arte en el entramado de las sociedades modernas, que es innovadora, y no solo eso, sino que además, es una cuestionamiento que además de marcar tendencia en el futuro como corriente teatral, tiene la función de expandirse sincrónica y diacrónicamente en la historia, es decir, seconvierte en una pregunta sobre la relación entre estética y política que puede subyacer a cualquier hecho artístico. Pregunta a la que Erwin Piscator, responde con herramientas de su época, que tienen un carácter universal, porque justamente reconocen su carácter históricamente sesgado y desde allí trabaja. “El cometido del teatro revolucionario consiste en tomar la realidad como punto de partidapara elevar la discordancia social a elemento de acusación y de revolución, y preparador del orden nuevo”(Piscator, 1957), sintetiza. Y para ello Piscator, tenía ideas, respecto de las necesidades de la dramaturgia, de las posibles innovaciones de en la técnica, (como respuesta también a mundo tecnológico y moderno que evolucionaba) con respecto al trabajo con actores y su relación con el público ycon respecto a cómo realizar una crítica constructiva, o con horizontes de reconstrucción de la sociedad en la que vivían.
Todas sus ideas e ideales, que este trabajo pretende desarrollar, confiesan, como decíamos, una forma de responder a la pregunta de qué hay en la estética, en el arte, en el teatro, de político. Piscator, decía que en su teatro debía de haber consciencia de clase,...