pisoclogia
Lic. Magela Romero Almodovar
Profesora del Departamento de Sociología y Miembro de la Cátedra de la Mujer.
Universidad de la Habana.
“Ante las atrocidades tenemos
que tomar partido. La posición
neutral ayuda siempre al
opresor, nunca a la víctima.”
Alie Wiesel (1986)
A modo de introducción......
La palabra violenciaproviene del latín “violare”, que significa infligir, quebrantar, abusar
de otra persona, por motivos diversos, como pueden ser: la raza, etnia, religión, el estatus
socioeconómico, el sexo biológico y/o de preferencia, entre otros. Este fenómeno implica
una distribución desigual del poder, y la intención de ejercerlo y puede ser expresado de
disímiles maneras, que van desde un sencillo gesto omirada hasta la más brutal de las
represiones que termine con la vida del otro u otra. De ahí que represente uno de los
obstáculos más perturbadores para alcanzar la verdadera equidad humana, por ello
constituye un punto serio en el debate de cientistas sociales, quienes se empeñan en abordar
y suscitar la investigación de esta problemática, a fin de promover acciones para erradicarla
o almenos para visibilizarla y elevar su discusión a las agendas internacionales.
La violencia – según Jorge Corsi –..., implica la existencia de un “arriba” y un “abajo”,
reales o simbólicos, que adoptan habitualmente la forma de roles complementarios: padre –
hijo, maestro – alumno, patrón - empleado, joven - viejo, etc., presentando una incidencia
que generalmente se desarrolla en la direcciónque va, del que tiene el poder al que no lo
posee.1
Este fenómeno también ataca las relaciones que se establecen entre hombres y mujeres,
siendo esta una de las formas más extendidas en el uso de la violencia, pues
tradicionalmente los grupos, instituciones y dinámicas sociales en general, transmiten
patrones de comportamientos, sustentados en la cultura patriarcal, que implican la
dominacióndel sexo “fuerte” (el masculino), sobre el “débil” (el femenino). La
“dominación masculina” asoma cifras alarmantes en todos los rincones de nuestro mundo,
solo hay que echar un vistazo a Internet, medio que a diario es expositor de los usos y
abusos de ellos contra ellas.
De esta realidad, se desprende la presencia de muchos especialistas que usan para referirse
a esta problemática elconcepto de “violencia hacia la mujer” escuetamente, acepción que si
1
Miranda, María Antonia. Un niño dice no a la violencia. Una aproximación sociológica al tema del maltrato
infantil. En: Proveger Cervantes, Clotilde. Selección de lecturas de sociología y política social de género.
Editorial Félix Varela. Ciudad de la Habana, 2005.
bien visibiliza una realidad funesta para con ellas, lasexhibe en una posición de pasividad
maligna, en tanto supone que ante episodios de violencia, ellas siempre quedan inertes,
destruidas, o sin fuerzas para emprender una batalla, eliminando incluso la posición de
victimarias que estas asumen ante situaciones determinadas.
En ese sentido, decidimos tomar el término de “violencia de género en las relaciones de
pareja”, en tanto muestra unarealidad más real y completa de la problemática en cuestión y
dedicar estas cuartillas a indagar acerca las peculiaridades que adopta este fenómeno en
Cuba y que relación guarda con la construcción genérica.
“Violencia de género en las relaciones de pareja”. Apuntes para reflexionar.
Aunque todos los individuos son vulnerables a la violencia de acuerdo a sus experiencias y
al contexto en que sedesarrollan; hombres y mujeres viven este fenómeno de manera
diferente en función de su género, (“sistema constitutivo de las relaciones sociales basadas
en las diferencias que distinguen los sexos, también es una forma significantes de poder”2),
pues esta construcción implica la presencia de mediaciones culturales diversas para cada
uno, las cuales inciden en la forma en que ambos se...
Regístrate para leer el documento completo.