plaa mayor

La PLAZA MAYOR en la Nueva Guatemala

por Carlos Ayala R.

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Las culturas del mundo americano antiguo configuradas autónomamente por varios milenios, fueron en el siglo XVI, traumáticamente incorporadas a la estructuración del primer imperio planetario, el de la monarquía hispánica. Un imperio que auto-sacralizó su proceder, como otros, presentándose como dirigente de una gran misiónhistórica: la consumación de la fe a escala universal. Además, ansiosamente se buscaba el poder y la riqueza, ante todo por sus propias huestes militares, portadoras de la ancestral tradición de¡ despojo y sometimiento en su mundo originario, el mediterráneo antiguo.

Para esas épicas empresas militares y misioneras en América, constituyo un bastión estratégico la creación de ciudadelas. Estas eranuna serie de posiciones de avanzada militar, instaladas en el corazón mismo de los territorios y otrora pueblos indómitos. Luego también fueron estratégicas para mantener y administrar el nuevo orden, que se logro por más de tres siglos. Inicialmente eran ciudadelas informales, posteriormente remodeladas como ciudades. Algunas convertidas en exclusivos recintos de vida y disfrute de los dueños delnuevo poder: una enriquecida oligarquía terrateniente, de comerciantes y por supuesto la poderosa cúpula del aparato religioso.

Así se estableció toda una red de centros urbanos a lo largo del continente, con diferentes funciones; ciudades puerto para el tráfico mercantil, como La Habana o Cartagena; pueblos mineros para la extracción de riquezas, como Guanajuato; en Guatemala pueblos de indioscomo aprovisionamiento de fuerza de trabajo, la pieza clave de este sistema colonial en particular; como lo demostró el celebre historiador Severo Martínez.

A diferencia de estos centros de trabajo por tanto de características escuálidas, estaban las ciudades centrales; de escaso número pero de cualificada elaboración. Estas fueron ciudades erigidas por el imperativo de la capitalidad, esdecir, debían encarnar V ser la demostración misma del centro de riqueza y poder. Tan excepcional ámbito simbólico por supuesto tenía además una utilidad pragmática, la de servir como recintos exclusivos para los nuevos grupos hegemónicos y sus descendientes. Se les erigió en cada uno de los dominios coloniales.

En el centro de estas urbes se encontraban concentradamente los signos del estatus y derepresentación de este poder salvacionista ecuménico, concretamente en el conjunto plaza-catedral. En su configuración prevalecía una búsqueda de dignidad y magnitud formal, a través de la monumentalidad, la invulnerabilidad y alta elaboración artística; a veces preciosista como la fachada retablo catedralicia. En fin, un ámbito sin comparación alguna dentro del territorio que sujetaban. Aunqueestos espectaculares recintos sólo pudieron ser posibles mediante el trabajo de indios y mestizos, durante varias generaciones y en condiciones forzadas. Además, las condiciones particulares de riqueza, geografía, matizaron la magnitud y expresión en cada conjunto-plaza. Lo que sumado a la inventiva de sus artífices, muchos de ellos mestizos, le imprimieron el sello de singularidad a cada una deestas a través de los distintos centros poblados del continente colonizado.

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Desde los tiempos de las empresas de conquista, se observaba el relucir de los emblemas del vencedor dentro de sus avanzadas, estos eran los símbolos de la fe y la Corona. Luego, con las primeras obras de asentamiento formal, fueron transfigurados en monumentos imperecederos; ante todo con el templo catedralicioSituada en el centro de la ciudad, dentro de un atrio-plaza, es decir en una explanada con fines escenográficos y franqueada por otros edificios símbolo del poder. Un ámbito que se constituía por su centralidad y amplitud en el eje mismo de la nueva ciudad. Ni las mansiones señoriales e iglesias-convento de los Ordenes religiosas rivales, contara con tan privilegiada disposición y monumentalidad....