Plan De Agua Prieta
Pedro Castro[ 1 ]
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Las circunstancias derivadas de lasucesión presidencial de 1920, en especial la decisión del presidente Carranza de imponer un sucesor civil contra las ambiciones del general Álvaro Obregón, se tradujeron desde temprano en unprogresivo distanciamiento entre Adolfo de la Huerta y su antiguo jefe. Muy a su pesar, según lo diría aquél en repetidas ocasiones, asumió el papel que le correspondió en la liquidación del régimencarrancista y la construcción de uno nuevo, el de la llamada hegemonía sonorense. Puesto en el frente político de la revuelta iniciada en Agua Prieta, Sonora, y respaldado por un alzamiento militar encabezadopor su amigo y colaborador Plutarco Elías Calles, Adolfo de la Huerta acabaría sucediendo a Carranza, para luego entregar el poder al general Álvaro Obregón.
Para la mayoría de los observadoresdel proceso, el círculo se cerraba de esta manera. Obregón, sin mayor trámite, era el cerebro de toda la operación y al fin veía realizados sus deseos de llegar a la presidencia. En estainterpretación, el papel de De la Huerta estaba limitado a ser el de una suerte de mandatario de transición, cuya figura disminuía en la medida en que su sucesor abarcaba el espacio político a partir de la cúspidedel poder. Por lo demás, la oposición de don Venustiano a que Obregón llegase a la presidencia, la cerrada alianza sonorense en favor de este último, los preparativos de insurrección nacional ante unposible fracaso obregonista en las elecciones, con frecuencia pusieron al antiguo presidente municipal de Huatabampo en el centro de la rebelión de Agua Prieta.
El movimiento se inició, en efecto,teniendo el partidarismo del grupo Sonora en beneficio de Obregón como telón de fondo y culminando en su beneficio político. Y, sin embargo, a pesar de las circunstancias y de una idea asumida como...
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