plan lector

 La Leyenda del Dorado
En el hermoso país de los Muiscas, hace mucho tiempo, todo estaba listo para un acontecimiento: la coronación del nuevo Zipa, gobernador y cacique.
La laguna deGuatavita, escenario natural y sagrado del acontecimiento lucía su superficie tranquila y cristalina como una gigantesca esmeralda, engastada entre hermosos cerros. Las laderas, con tupidos helechos,mostraban botones dorados de chisacá, chusques trenzados como arcos triunfales, sietecueros y fragantes moras.
Gran agitación reinaba en Bacatá, la población entera asistiría al singularacontecimiento. Las mujeres habían preparado con anticipación abundante comida a base de doradas mazorcas y del vino extraído del fermento del maíz. Todo sería transportado en vasijas de diferentes formas ytamaños.
Por fin, llegó el gran día. El joven heredero acompañado de su séquito, compuesto por sacerdotes, guerreros y nobleza, encabezaba la procesión. Sereno y majestuoso, su cuerpo de armoniosasproporciones se mostraba fuerte para la guerra; su piel color canela tenía una cierta palidez, resultado del riguroso ayuno que había realizado para purificar su cuerpo y su alma y así implorar a losdioses justicia, bondad y sabiduría para gobernar a su pueblo.
Marchaban al son acompasado de los tambores, de los fotutos y de los caracoles. Con alegres cantos, la muchedumbre se congregó parapresenciar el magnífico espectáculo.
El sacerdote del lugar, ataviado con sobrio ropaje y multicolores plumas, impuso silencio a la población con un enérgico movimiento de sus brazos extendidos. Dijo:-HAGAN SILENCIO ADOREMOS A NUESTROS DIOSES, ELLOS NOS ESTAN VIENDO, - Era el mediador entre los hombres y sus dioses, quien realizaba las ofrendas y rogativas y quien curaba los males del cuerpo consus rezos y la ayuda de plantas mágicas.
El futuro Zipa fue despojado de las ropas y su cuerpo untado con trementina, sustancia pegajosa, para que se fijara el oro en polvo con que lo recubrían...