Platero y yo
Fragmento
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dosescarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: "¿Platero?", yviene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar; los higos morados,con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra... Cuando paseo sobre él, los domingos, por las últimascallejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
- Tien’ asero...
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.
TEXTOS DESCRIPTIVOSPropuesta de comentarios
Autor: Juan Ramón Jiménez
Obra: Platero y yo
Selección y comentarios:
Fernando Carratalá Teruel
• Texto: Fragmento de “Platero y yo”
La cumbre. Ahí está el ocaso,todo empurpurado,
herido por sus propios cristales, que le hacen
sangre por doquiera. A su esplendor, el pinar
verde se agria, vagamente enrojecido; y las yerbas
y las florecillas, encendidas ytransparentes,
embalsaman el instante sereno de una esencia
mojada, penetrante y luminosa.
Yo me quedo extasiado en el crepúsculo.
Platero, granas de ocaso sus ojos negros, se va,
manso, a uncharquero de aguas de carmín, de rosa,
de violeta; hunde suavemente su boca en los
espejos, que parece que se hacen líquidos al
tocarlos él; y hay por su enorme garganta como un
pasa profuso deumbrías aguas de sangre.
El paraje es conocido, pero el momento lo
trastorna y lo hace extraño, ruinoso y monumental.
Se dijera, a cada instante, que vamos a descubrir
un palacio abandonado... La...
Regístrate para leer el documento completo.