Platero y yo
PLATERO Y YO
A la memoria de AGUEDILLA, la pobre loca de la calle del Sol que me mandaba moras y claveles.
No me imprimas, salva un árbol. ¿ Para qué malgastar papel ? Gracias, Carlos Valencia.
Prologuillo
Suele creerse que yo escribí Platero y yo para los niños, que es un libro para niños. No. En 1913, "La Lectura", que sabía que yo estabacon ese libro, me pidió que adelantase un conjunto de sus páginas más idilicas para su "Biblioteca Juventud" Entonces, alterando la idea momentáneamente, escribí este prólogo: ADVERTENCIA A LOS HOMBRES QUE LEAN ESTE LIBRO PARA NIÑOS Este breve libro, en donde la legría y la pena son gemelas, cual las orejas de Platero, estaba escrito para... ¡ qué sé yo para quién ! ...para quien escribimos lospoetas líricos... Ahora que va a los niños, no le quito ni le pongo una coma. ¡ Qué bien ! Dondequiera que haya niños - dice Novalis- , existe una edad de oro. ues por esa edad de oro, que es como una isla espiritual caída del cielo, anda el corazón del poeta, y se encuentra allí tan a su gusto, que su mejor deseo sería no tener que abandonarla nunca. ¡ Isla de gracia, de frescura y de dicha, edadde oro de los niños; siempre te halle yo en mi vida, mar de duelo; y que tu brisa me dé su lira, alta y , a veces, sin sentido, igual que el trino de la alondra en el sol blanco del amanecer ! Yo nunca he escrito ni escribiré nada para niños, porque creo que el niño puede leer los libros que lee el hombre, con determinadas excepciones que a todos se le ocurren. También habrá excepciones parahombres y para mujeres, etc.
I - PLATERO
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negros. Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: "¿Platero ?", y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal... Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas, mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar, los higos morados, con su cristalina gotita de miel... Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra. Cuando paso sobre él, los domingos, por lasúltimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo: - Tien'asero... Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.
II - MARIPOSAS BLANCAS
La noche cae, brumosa ya y morada. Vagas claridades malvas y verdes perduran tras la torre de la iglesia. El camino sube, lleno de sombras, de cansancio y de anhelo. De pronto, un hombreoscuro, con una gorra y un pincho, roja un instante la cara fea por la luz del cigarro, baja a nosotros de una casucha miserable, perdida entre sacas de carbón. Platero se amedrenta. - ¿ Ba argo ? - Vea usted... Mariposas blancas... El hombre quiere clavar su pincho de hierro en el seroncillo, y no lo evito. Abro la alforja y él no ve nada. Y el alimento ideal pasa, libre y cándido, sin pagar su tributoa los Consumos...
III - JUEGOS DEL ANOCHECER
Cuando, en el crepúsculo del pueblo, Platero y yo entramos, por la oscuridad morada de la calleja miserable que da al río seco, los niños pobres juegan a asustarse, fingiéndose mendigos. Uno se echa un saco a la cabeza, otro dice que no ve, otro se hace el cojo... Después, en ese brusco cambiar de la infancia, como llevan unos zapatos y unvestido, y como sus madres, ellas sabrán cómo, les han dado algo de comer, se creen unos príncipes. - Mi padre tié un reló e plata. - Y er mío, un cabayo. - Y er mío, una ejcopeta. Reloj que levantará a la madrugada, escopeta que no matará el hombre, caballo que llevará a la miseria... El corro, luego. Entre tanta negrura una niña forastera, que habla de otro modo, la sobrina del Pájaro Verde, con...
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