Playing Dirty Dirty 2 Cheryl McIntyre
Carosole
Pachi15
Aria
Shari Bo
Mir
Boom
Mona
Agus901
JesMN
xx.Majo.xx
Jane
Niki26
Vettina
Maggiih
Osma
Nony_mo
xx.Majo.xx
Pachi15
Sttefanye
Steffanye
Gaz
Índice
Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Próximo libro
Sobre la autora
Sinopsis
L
anecesidad de poder llegó a mí por accidente.
La necesidad era real. Abrumadora. Me estaba consumiendo.
Así que jugamos un peligroso juego de prueba y error. Lo que podía
manejar y lo que no. Se manifestó con bastante rapidez lo cual no podía
manejar mucho. Pero me gustó este juego, porque lo controlaba.
La historia de Link y Rocky continúa en esta segunda entrega de la serie Dirty.
Capítulo 1A
aron Woods toma un momento para reflexionar sobre sus opciones.
Él sabe que está muerto de cualquier manera. Estaba claro sobre
eso. No soy un mentiroso y no sentí ninguna necesidad de endulzar mis
intenciones. La idea de él sufriendo no tiene relación con mi conciencia.
—Vete a la mierda —susurra, escupiendo sangre y saliva en el aire en una niebla
rosada—. No te estoy diciendo nada, imbécil.—Su cabeza se inclina, con la barbilla
apoyada en su pecho, y se ríe.
Me imaginé eso. No puedes prometerle a un hombre su muerte con tus manos
y esperar que coopere. Lo que no sabe es que esperaba que él eligiera el camino
difícil.
Sonrío.
—Vas a decírmelo —explico, mi voz extrañamente tranquila—. De una manera
u otra.
Sin previo aviso, mi mano lo golpea, agarrando su dedo meñique.
Instintivamenteintenta alejarse mientras sus ojos se encuentran con los míos en
cuestión. Mi sonrisa se ensancha mientras lo golpeo de arriba y hacia afuera,
rompiendo su hueso. El POP sonando, llena el aire por un momento perfecto antes
de que se salga de mi agarre con un grito.
Aaron abraza su mano en su pecho, su ojo bueno se ensancha, sus fosas nasales
se dilatan con cada respiración de pánico que toma. Séque duele como una perra.
He sufrido la ruptura del boxeador un par de veces. Dedos rotos no son divertidos.
—Ese es solo uno —le digo—. Tienes doscientos cinco huesos que quedan.
¿Cuántos crees que tengo que romper antes de que me entregues a esos nombres?
¿Cuatro? ¿Cinco? ¿Diez? ¿Cincuenta?
Me siento hacia adelante, trayendo mi rostro hacia el suyo. Él se aleja de mi
proximidad.
—Piensa en eso.Cincuenta putos huesos roto por la mitad. Lo que sientes ahora
es nada en comparación. —Chasqueo mi lengua ruidosamente—. He esperado cuatro
malditos años por este día. Soy un hombre paciente. Puedo hacer esto toda la noche.
Durante toda la semana, si tengo que hacerlo.
Su mirada se va la hacia la puerta. Puedo imaginar lo que está pensando. Se
pregunta hasta dónde podía llegar. Sus posibilidadesde estar fuera de este
apartamento de manera segura son:
Cero.
Pero no lo obligo a que me de la información dos veces.
En su lugar, lo tuerzo, mis nudillos golpeando en la suave carne de su mejilla y
golpeando su cabeza contra la pared con un ruido sordo.
—¿Cómo puedes vivir contigo mismo? —pregunto repentinamente. Realmente
quiero saber la respuesta a esto—. ¿Cómo recuestas tu cabeza y duermestoda la
noche sabiendo que violaste y asesinaste a una joven? ¿Cómo te despiertas cada
mañana? —Inhalo fuertemente, mi corazón late con fuerza en mis oídos—. ¿CÓMO?
Cada día es una lucha para mí. ¿Cómo lo hace?
No me responde. No se fija en mí. Solo se sienta allí, presionando su espalda
contra el sofá, inclinándose tan lejos de mí como puede conseguir. Su actitud me
recuerda a un perro maltratado.Está tratando de hacerme sentir mal, tratando de
jugar en mis simpatías. Solo me hace enojar más.
Imágenes del cuerpo de Aaron sacudiéndose en la parte superior de Livie
mientras empujaba dentro de ella, a pesar de sus súplicas, parpadean como un rayo
a través de mi mente. Sus ojos asustados mirándome. Sus gemidos. Los dedos fríos
de ella rozando los míos.
No tengo ninguna compasión por este...
Regístrate para leer el documento completo.