Pobreza

POBREZA EN LA SIERRA TARAHUMARA
Materia de Estudios Crimino-Victimales por Estefany Molina Castillo



2012
POBREZA EN LA SIERRA TARAHUMARA
Materia de Estudios Crimino-Victimales por Estefany Molina Castillo



2012

INTRODUCCIÓN
No lo hemos terminado de entender. Lo que un país como México requiere no es únicamente un esquema de seguridad sino de paz. Lo primero estáincluido en lo segundo. La paz, en cambio, no se limita a estar o sentirnos “seguros”. Si no comprendemos este concepto y hacemos que quienes dirigen (o quieren dirigir) al país lo asimilen, vamos a seguir germinando condiciones de violencia de aquí a las próximas generaciones. Y cuando hablo de violencia no me refiero solamente a esa que llama la atención y circula por todos los medios. No merefiero a las terribles muertes ni a las tasas de homicidio por cada 100,000 habitantes. Ni al terrorismo, al secuestro o a la extorsión. Me refiero al otro tipo de violencia, la que autores como Gauteng (1985) han denominado violencia estructural, esa que también mata –como el hambre- aunque lo haga más lentamente y con menor notoriedad. La violencia estructural no consiste sólo en la agresión odegradación física del prójimo, sino en todas aquellas circunstancias del subdesarrollo que llevan a la deshumanización de las sociedades.
Hace ya algún tiempo que he estado abordando este tema compartiendo perspectivas e investigaciones internacionales. He sugerido que en México debemos ser capaces de adaptar estos conceptos a nuestras realidades. A continuación retomo algunas de estas ideas. Autorescomo Gauteng o Alger (1987; 1991) nos han ayudado a comprender que la paz no es exclusivamente la ausencia de violencia. Esto último es su aspecto negativo –es decir, lo que no es- y por supuesto que está implícito en la misma. Pero además de pensar en lo que la paz no es, deberíamos conceptualizar lo que sí es, lo que la produce, lo que la genera. Igualmente, la violencia estructural haprevalecido en países como el nuestro incluso cuando algunos de nuestros padres o abuelos podían circular las calles con tranquilidad. Ese es justamente el error. Pensar que en aquél entonces la paz sí existía porque no colgaban cuerpos de los puentes. En efecto, las balas no nos molestaban y podíamos jugar en los parques sin temor, pero al mismo tiempo, millones de mexicanos padecían condiciones dehambre, malnutrición, enfermedad, falta de educación y acceso a oportunidades, la corrupción afloraba, no había democracia o respeto por los derechos humanos. Hemos cambiado en algunas de estas circunstancias, pero la mayor parte de estos factores persisten. La diferencia conceptual, es superar la idea de que esas son las "causas" que producen la violencia en el largo plazo, y entender a estos factorescomo violencia en sí mismos.
Cada vez que un individuo no cuenta con lo suficiente para alimentarse o alimentar a su familia, cada vez que una enfermedad tratable no es adecuadamente tratada por falta de infraestructura, cada vez que un niño debe abandonar la escuela para trabajar y ayudar a mantener su casa, cada vez que los precios suben más que los salarios, cada vez que ocurren todas estascircunstancias y muchas otras que no menciono porque el espacio no alcanzaría, estamos produciendo violencia estructural y por lo tanto estamos obstaculizando la posibilidad de paz en el país. Si en nuestro discurso se proyecta la débil y fragmentaria concepción de que un esquema de seguridad es la meta última, no seremos capaces de conectar la pobreza extrema en la Sierra Tarahumara o en cualquierotra parte del territorio, con la situación de emergencia que los mexicanos estamos enfrentando. No sólo queremos escuchar las estadísticas de homicidios o las curvas que según algunos analistas suben y según el gobierno bajan. Queremos saber qué es lo que ha sucedido como para que en este sexenio el número de indigentes en México haya aumentado de manera tan dramática. Hoy, los focos rojos se...