Poder de la comunicacion
«La comunicación tiene poder terapéutico»
NICOLAS POMBO
« La acción no siempre hace la historia, pero «hace» la sociedad.
Acción es producción y comunicación; la acción crea poder y se opone el poder»
THOMAS LUCKMANN
«Los abogados encierran sus errores, los médicos los entierran, y los comunicadores somos tan tontos que los difundimos»DICHO POPULAR
EL PODER DE LA COMUNICACIÓN Gran parte de lo que quiero decirles en este capítulo se resume en dos ideas aparentemente simples:
-La comunicación tiene un poder muy superior del que solemos concederle.
-Ese poder se puede «domar» si actuamos/comunicamos estratégicamente.
Ambas ideas nos introducen en el núcleo duro del libro porque, en último término, este un librosobre el poder de la comunicación. Así que ha llegado el momento de desarrollarlas, para ello nada mejor que partir de las dos primeras citas que encabezan el presente capitulo.
PODER PARA LA VIDA Y PARA LA MUERTE
La expresión «Poder terapéutico» en boca de un experto de la sanidad española no es una metáfora. Mientras escribía el primer borrador de este libro, tuve que ingresar a mi madre cincoveces por urgencias en la madrileña clínica de Puerta de Hierro, y les puedo asegurar que el poder tranquilizante de una buena comunicación solo es comparable al poder enervante de la incomunicación hospitalaria. No se trata de una idea original, ya Platón (456 a.C.) pone en boca de Gorgias la idea de que quien domina el arte retorico ostenta un poder terapéutico superior al de los propiosmédicos: «Voy a darte una prueba convincente, me ha sucedido ya muchas veces que acompañando a mi hermano y a otros médicos a casa de uno de esos enfermos que no quieren tomar la medicina o confiar al médico para una operación o cauterización. Cuando el médico no podía convencerle, yo lo conseguía sin otro auxilio que el de la retorica» (González Bedoya, 1990).
El poder de la comunicación es tanfuerte que no solo puede curar sino también matar. No es una exageración: la palabra hiere, la palabra mata. Si alguien tiene alguna duda, que pruebe a gritar «! Fuego!» En un teatro o en una discoteca abarrotada de público. Lo más probable es que al día siguiente salga en la Crónica de sucesos. Hablando de sucesos, cuando nos llegan las imágenes duras de un fusilamiento en alguna parte revuelta delmundo, cabe preguntarse quién es el que mata, si la bala carente de voluntad que sale del fusil, el soldado que aprieta el gatillo, el militar que da la orden de fusilamiento, el tribunal que sentencio, o la sociedad que se concede unas leyes en las que tiene cabida la muerte legal. Solemos decir que fue la bala quien lo mato, pero ¿no estaremos confundidos?
Cuando algo –en este caso la palabra-tiene el poder de curar y de matar no puede extrañarnos que alcance una dimensión mítica. Por ello no está de más recordar que en diferentes cosmogonías se vincula la palabra/el verbo/el logos con la creación del Universo y la vida, y que en culturas animistas dar nombre a un objeto, a una ciudad o a un ser era un acto sagrado, una forma iniciática de insuflar vida en la realidad que había quepreservar en secreto para que otros o se la apropiasen.
Pero a pesar de tantos siglos de publico reconocimiento, la realidad cotidiana –desde la estresante frialdad del trato hospitalario a la desmotivante carencia de comunicación interna en las empresas, pasando por las declaraciones fuera de tono a que nos tiene acostumbrados la clase política-, hace patente, con la fuerza de los hechos, que lacomunicación es todavía un factor no suficientemente profesionalizado, un poder todavía no dominado en muchos ámbitos de la gestión social, política y económica.
En mi opinión esta situación se debe, en gran parte, a una errónea concepción de la comunicación por parte de nuestros gestores. Y muy especialmente al hecho de disociar la comunicación de la acción y no entender que la interacción...
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