poder judicial
CAPÌTULO XXXIV
EL PODER JUDICIAL DE LA NACIÒN
(Consideraciones generales)
“El límite entre lo político y lo judicial no puede definirse
formalmente en el Estado moderno. La justicia moderna no
puede ser apolítica en este sentido, y hoy mas que nunca
debe reconocerse que el Poder Judicial es “gobierno””
Pedro Eugenio Zaffaroni
“La Constitución, sabido es, instituye tres Poderes deGobierno: el Judicial, el Legislativo y el Ejecutivo. Cabeza
del primero es la Corte Suprema y es decisivo a este
respecto que pueda decir como última palabra jurisdiccional
si una Ley del Congreso, si un decreto-ley, si un edicto
policial, si una ordenanza municipal, si una sentencia, deben
ser
considerados o no repugnantes a la Constitución
Nacional”
Luis María Boffi Boggero
34.1.-Estructura y carácter del poder Judicial de la Nación. Las
normas constitucionales referentes al poder Judicial de la Nación. La
solución de conflictos fuera del poder Judicial como instancia prejudicial
obligatoria: su constitucionalidad.-
Sabemos que la historia institucional de nuestra Nación no ha sido un
transeúnte indiferente para nuestro Poder Judicial. Los gobiernos de facto
primerolo “ignoraron” y luego lo “volatilizaron” en su eficacia. En tal caso,
tanto gobiernos de jure como de facto, han utilizado - de un modo o de otro,
y con distinta intensidad, según los casos - la estructura del Poder Judicial
para intentar convalidar sus excesos.
Señala al respecto Natale, que la independencia de criterio del Poder
Judicial fue ahogada al insuflar al cuerpo distintos nivelesde politización
que hoy son fácilmente advertidos por la población. No queremos avalar con
ello la posición que insiste en la existencia de jueces “apolíticos”, ya que
ellos no son concebibles en un sistema constitucional de base democràtica.
Hemos de ser aquí muy claros:
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Un Poder Judicial a-histórico, aséptico y atemporal, se
corresponde con una imagen devaluada de Magistrado,incompatible con el contexto de una América Latina inmersa en un
grave compromiso social que la rodea y la abruma.
Y no pretendemos con esto propugnar un Poder Judicial de color
político, sinó de esencia política.
Es así como en su momento interpretó el presidente norteamericano
Franklin Roosevelt la esencia de la magistratura, al precisar el modo en que
creía que los jueces deben ser“políticos” Sostuvo en consecuencia, que el
juez no debe participar de ella en la formulación coloquial de la palabra, que
involucra partisanos y políticos, pero sí en el sentido propio, a partir del que
se construye una Nación.
Se debe insistir entonces en la necesidad de desarticular los modos
de politización impropia de los ámbitos del poder Judicial, para que pueda en
realidad asumir su poder políticosin interferencias y condicionamientos de
los otros detentadores del Poder. Volvemos aquí a recurrir a Natale cuando
recalca que la inmensa tarea que en los años recientes tuvo la Comisión de
Juicio Político de la Cámara de Diputados de la Nación es la mejor prueba
del bajo nivel de probidad que soportan muchos tribunales del país. Aclarado
lo que antecede, pasamos a desarrollar la estructuray el carácter del
Poder Judicial de la Nación.
Claro es que si la potestad de juzgar estuviese definitivamente
vinculada al accionar de los legisladores, se consumaría una grave
arbitrariedad desde que quien define las polìticas legislativas valoraría los
modos de eficacia de las normas que produce, y su idoneidad. Si todas esas
atribuciones se concentraran en la figura de quien conduce laNación y la
administra (el Poder Ejecutivo), esa potestad se tornaría en un instrumento
opresivo de la libertad ciudadana.
Por tal razón el sistema constitucional diseña la estructura de un
Poder Judicial independiente y autodeterminado en el marco de las
competencias que le asigna. Asì, la comisión redactora de la Convención
Constituyente de 1853, indicaba en su informe que la Corte...
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