Poder y la solidaridad

LAS RELACIONES DE PODER Y LA SOLIDARIDAD

El concepto «poder» ocupa un lugar en distintas disciplinas
con múltiples significados. Es usado en tanto sustantivo
«El poder de», o en tanto verbo «poder sobre»,
abriéndose así un abanico de significaciones que suelen
crear alguna confusión. Tal vez dicha confusión sea un
síntoma de nuestros tiempos y, como tal, prometedor de
revisión, ya quedenota un deseo de cuestionarnos acerca
de ciertas estrategias vinculares que aún no tienen un status
claro. Parece, además, no ser un término psicoanalítico
en su versión sustantivada.
En este momento ubicaré el tema del poder en el contexto
de las «relaciones de poder», poniendo el acento en su
indisociable relación con una función a la cual llamo función
vinculante, y atribuyendo a lasrelaciones de poder
una capacidad tanto creadora de subjetividad, como también,
por el contrario, destructora de la cualidad de dicha
función. Homologo «relaciones de poder» con lo que llamo
efectos de presencia, en tanto sostén de la potencialidad
vinculante. Para ello, es básico la manera de tomar contacto
con la alteridad y con la, por siempre, incognoscible
ajenidad.

Este término, el de«relaciones de poder», intenta dar
cuenta de un doble movimiento, según el cual se instaura
un estado mental que oscila entre imponer un ajeno y un
alter, descolocando al otro, y la necesidad de apropiarse de
lo impuesto transformándolo, lo que tiene como consecuencia
el descolocar a algún otro: lo emitido se transforma
y regresa irreconocible, lo que a su vez descoloca a
quien recibe loque cree haber dado, pero que ya no es
igual. Muchos comentarios vinculares giran en torno a
«pero esto no es lo que dije...», deduciéndose entonces que
o fue malentendido, o se trata de un rechazo o de una
denigración. Es en este complejo juego donde se inscriben
las «relaciones de poder», donde intervienen tanto los efectos
de presencias como, en otro nivel, el juego de identificaciones.Es así como en la relación entre dos o más otros
se van creando personajes, los que son propios de esta
situación y no se repiten en otra, siendo también fuente de
inquietud o malestar, dado que pareciera que los sujetos y
los conjuntos necesitan pensarse sobre bases estables.
En otro orden de cosas, las relaciones de poder crean un
espacio de opinión, de ideas, donde prima el juego dediferencias y sentimientos del orden de la tolerancia o intolerancia y complacencia. Establezco una conexión entre imponer y apropiarse de un lugar, de valores, de modelos, la capacidad de generar prácticas y resultados imprevisibles.

Partiendo de esta idea, es fundamental detectar aquellas
producciones vinculares en las que es factible constituir un
«nosotros», o aquellas en las que sólo seconstituye un
«Uno» o un «ellos y nosotros» o «un ellos y yo».
En la teoría psicoanalítica, y en la vida diaria, el poder
(verbo), pensado desde Freud se suele relacionar con una
posible pulsión de dominio, proponiendo entonces una organización unidireccional, lo que es coherente con el enfoque pulsional.
Muchos autores se fueron ocupando del poder sustantivo,
pero quiero recalcar especialmentelos aportes de
Foucault, que proporcionaron una base sólida para ampliar
nuestra visión de lo que son las relaciones de poder y los
poderes que ejercen diferentes ideologías, valores que generan situaciones variadas. Me detendré entonces un momento para recordar una de las definiciones dadas por dicho autor, el cual distingue «las relaciones de poder como
juegos estratégicos entre libertades–juegos estratégicos
que dan lugar a que algunas personas traten de determinar
las conductas de otras–, de los estados de dominación, que
son lo que ordinariamente llamamos poder. Y entre ambos,
entre los juegos de poder y los estados de dominación,
figuran las tecnologías gubernamentales» (Hyndess, B.,
1997, pág. 100). Me detuve en esta definición porque, si
bien llevó a dicho autor a otros...