Poema "ceguera" de borges

Desde “la vejez” retomaremos, y nos alejaremos de aquel centro, espejando su ida con nuestra retrospección, nuestro intentar desentrañar su Sur, Este, Oeste y Norte. En “La ceguera”, conferencia dada por el mismo, dice preferirse lo personal a lo general, y del mismo modo seguiremos: el primer poemario, sin prologo y con erratas, publicaría en 1923, encontrándolo, veintidós años después,director de la biblioteca nacional, refiriéndolo como el mayor, y el más alegre, de sus inmerecidos honores; y ciego, técnicamente, aclararía, nunca llegaría a serlo, falleciendo extranjero, en Ginebra, asediado por aquel amarillo de los tigres cautivos en el zoológico de su Palermo, de aquel Barrio atravesado por “Jorge Luis Borges”.

Intentando recordar lo que él puede ahora olvidar, no podemosasegurar que pronto sabremos quién es, pero en el poema podemos arriesgar, con estrofas como: “Buenos Aires, que antes se desgarraba en arrabales hacia la llanura incesante, ha vuelto a ser la Recoleta, el Retiro, las borrosas calles del Once” su visceral relación con la ciudad y su pasado, “Del Sur, del Este, del Oeste, del Norte,
convergen los caminos que me han traído” su viajar la mayoríade su vida, descubriendo, en los últimos años, aquella parte del mundo no occidental que le restaba, desde Estados Unidos hasta Japón; y “Esos caminos fueron ecos y pasos,
mujeres, hombres, agonías, resurrecciones” ya es sabido, como inspiración para el Sur, su contacto con la muerte por septicemia.

Sin embargo, esta lectura literal secunda a la metafórica, aquella donde se invierte ala ceguera. La contestación a los prejuicios conformados (a la ceguera como dis-capacidad, d-eficiencia, debilidad; y a la vejez, prácticamente los mismos) se descubre ya desde el primer verso: “La vejez (tal es el nombre que los otros le dan)”, y sobre todo el mismo título: “Elogio a la sombra”. Ambos motivos se entrelazan, al principio ambos se distinguen con claridad: “Vivo entre formasluminosas y vagas que no son aún la tiniebla” / “Demócrito de Abdera se arrancó los ojos para pensar; el tiempo ha sido mi Demócrito.”. En ambas de las citas se distingue claramente los dos, el vivir tanto como el ver, en otras palabras, aunque se encuentran ambos dentro de una metáfora, ellos mismo no están metaforizados. Ya en los próximas dos metáforas, aunque distinguibles: “Esta penumbra es lenta yno duele…y se parece a la eternidad” alude, sin aseverar, a la ceguedad, y “no hay letras en las páginas de los libros” se refiere a la misma condición pero con mayor nitidez.

Entonces, ya en la palabra siguiente, hay un quiebre: “Todo”. Englobando ambas, la vejez y la ceguera, además se expone “esto debería atemorizarme, pero es una dulzura, un regreso”, y retoma el carácter divergente dela primer estrofa. A continuación, en el poema, se hará personal toda separación, y definir presente del pasado, memoria de ceguera, se volverá una cuestión de gusto, se volverá redundante: “convergen los caminos que me han traído”. La sucesión de imágenes y reflexiones van diluyendo este límite: Esos caminos fueron ecos y pasos, mujeres, hombres, agonías, resurrecciones, días y noches,entresueños y sueños”. Desde este momento incluso los temas se volverán secundario y la misma figura del narrador quedara reducida a comparación de las futuras reflexiones: “cada ínfimo instante del ayer
y de los ayeres del mundo…el compartido amor y las palabras”.

Otro gran quiebre le sucede a la poesía: “Ahora”. Después de unos versos de gran rapidez (podría incluso encontrarse un paralelo conla rapidez del tiempo) debido a la concentración de situaciones e imágenes, se detiene, y regresa por completo el narrador, con otro ritmo en los versos (en este caso el paralelo seria con la vejez, incluso es el tema final: “Llego a mi centro”). Después se intercalan lo que podemos definir como herramientas o pasos hacia aquella incógnita planteada al final: “quien soy”; sobre todo al hacer...