Poema EL LIBRO de Rubén Darío
reflejarse en la laguna
la blanca luz de la luna,
de melancolía llena?
¿Veis la nítida azucena?
¿Escuchais el murmurío,
el eco dulce y sombrío
que modulan confundidas
náyades adormecidas
sobre las linfas del río?
¿Veis los cometas radiantes
que van a surcar la esfera
tendiendo su cabellera
de penachos rutilantes,
soles inmensos, errantes,
cuya relucientellama,
por los espacios derrama
de chispas rojo torrente,
que de los cielos la frente
con sus fulgores inflama?...
¡Oís el quejido tierno,
del Favonio dulce y blando,
que pasa y va murmurando
en las mañanas de invierno?
¿Oís el ídilio eterno
de las auras a la flor,
los trinos del ruiseñor,
el enamorado beso?...
Pues todo eso..., todo eso,
en el Libro del Señor.
Y era el caos negro,obscuro,
que por doquiera reinaba.
Sólo Dios en lo alto estaba.
como un espíritu puro;
y de nieblas denso muro,
que hubiera luz impedía
más con celeste ufanía,
su libro inmenso abrió Dios.
y a los ecos de su voz
nació la lumbre del día.
Lleno de astros, el espacio
iba, en ondas de dulzura,
besar la vestidura
del Señor, que en su palacio
de nácar y de topacio,
se recreaba en mirar
dela montaña y el mar
los átomos impalpables
que, en giros interminables,
no cesaban de rodar.
E iban las orbes pasando,
y si a Jehová se acercaban,
se inclinaban, se inclinaban,
y los pies le iban besando.
Dios estaba contemplando
sus reverentes caricias,
y dos lágrimas propicias
por sus mejillas corrieron,
y en las paginas cayeron
de aquel libro de delicias.
Y de esas lágrimas bellasbrotaron notas hermosas,
y unas se volvieron rosas
y otras volviéronse estrellas,
y después emergió de ellas
una eterna melodía;
y en aquel supremo día,
fue de Dios en remembranza,
cada acento una alabanza,
cada átomo una armonía.
Después, sonriónse el Señor:
cerró aquel libro de encantos
y envolvióle con el manto
de su divinal amor.
El mundo con su esplendor
siguió rodando y rodando,
ymientras iba girando
con rápido movimiento
el fuego del pensamiento
al hombre estaba quemando.
El hombre, que entre las flores
que el llanto de Dios formara,
en un suspiro brotaran
coronado de fulgores;
el hombre, a quien sus amores
diera Dios en aquel día;
el que admirado veía
cómo el rayo serpentea,
el incendio de la idea,
dentro el cerebro sentía.
Su existencia al contemplar,aquel incendio al sufrir,
sintió el corazón latir
y el hombre empezó a llorar.
Los cielos tornó a mirar
con el alma confundida,
y con voz enternecida,
luz pidió al poder divino,
y vió escrito su destino
en el Libro de la Vida.
Trabajo, luz, pensamiento,
libertad, razón, amor,
lucha sin igual, valor,
expansión y sentimiento
esperanza y ardimiento;
lo terreno y lo infinito...Religión, creencia, mito,
lo comprensible, el arcano...
Tal es el conjunto humano,
y así el hombre lo vió escrito.
Allá está...¡Cómo recrea
el alma y el corazón
la ardiente imaginación
de la bella musa hebrea!
En su interior, pinta y crea
un recio Noto que zumba;
un Sinaí que retumba,
una tormenta que crece,
que parece... que parece...
que ya el orbe se derrumba.
Mil luces que sederraman
relámpagos que serpean,
y que, ardiendo, centellean.
mientras huracanes braman;
nubes negras que se inflaman,
onda de aire que palpita;
un pueblo que cae, se agita,
lleno de gran timidez,
y un Dios que entrega a Moisés
una ley en piedra escrita.
¡Allí está el libro! De ahí
brotan rayos y centellas,
tan fulgentes como aquéllas
que brotara el Sinaí.
Ved lo que está escritoallí:
es raudal de pensamientos,
guía de los sentimientos,
cautiverio del deseo,
código del pueblo hebreo,
y son los diez mandamientos.
Aquí está el libro, mirad,
con un fulgor nunca visto,
y por la boca de Cristo
predica la libertad.
Escuchad: la humanidad
olvida penas y agravios;
oyen atentos los sabios;
y el mundo absorbe en su seno,
sermones del Nazareno,
parábolas de sus...
Regístrate para leer el documento completo.