poema la noche

La noche.
La noche, pura y cristalina como una copa, inmensa y bella en su gélida eternidad de un lapso de tiempo que nadie comprende, vigorosa y cariñosa con la luna, ocasionando incesantes pasosde bella danza con las olas, hundida en una obscuridad tan hermosa como la luz que ha creado alguna deidad para alumbrar este colosal universo.
Que hermosa es la noche, hermosa cuando estaestrellada, con esas bellas joyas resplandecientes y luminosas en el manto obscuro de la intima calma que tiene mi palpitar, unido a ese silencio que dice tanto y enchina mi piel, a ese sonido que envuelve mispensamientos, ese sonido del vacío en el que solo me encuentro yo y mi ser, ese sonido que se convierte en noche.
La noche sublime en todo su espacio por donde mi alma, vagabunda, hace su recorridopara nunca llegar al lugar que se espera, vagabunda como mis pensamientos, porque en la noche todo viaja a su ritmo, e intensifica los sentidos donde puedes en un segundo de ese tiempo eterno crear elhedonismo más intenso y regresar donde mi alma añora el cálido beso de la fría brisa nocturna del apacible viento que me eriza la piel, o de aquella estresante, penetrante y lúgubre ventisca, querecorre mis extremidades hasta introducir su muy pesado humor en mi ser estancado, silencioso, cobarde ante la magnificencia de la noche, ¿Por qué seré yo quien ha de dejar que mi alma flote y jugueteécon este mundo que muy pocos visitan? ¿Por qué he de ser yo quien a de sufrir y gozar con un momento que para muchos está muerto, que no existe y que para mí se detiene?; ¡sí!, porque para mí esetiempo de la noche es el más largo casi hasta llegar a lo eterno, y es muy fácil de comprobar, tan simple como enfermarte de insomnio por una noche y ver como aquellos segundos de tu enfermedad se vanaletargando hasta ser tan grandes, tan gigantescos, tan inútiles y serviciales como lo son los años, en ese tiempo donde los sentidos se agudizan, donde la noche me regala una opera a mis agudos oídos y...