Poema a la ciencia
Por eso me enredo entre estas hojas y este cielo que contemplo recostado delpasto, donde se despierta mi espíritu con una taza de asombro, ingenioso café que estimula un lóbulo preciso de mi mente. Todo esto ayudado por las nubes, que así como estaspáginas, me regalan el blanco dejándome en espera de lo que pudiera ser un maravilloso producto.
De repente en la tranquilidad comienzan las intrigas que habían muerto adestiempo, lamentablemente resucitan para volver a fallecer por falta de alimento.
“¿Qué, Cómo, Cuándo, Dónde?", y sobre todo, “¿Por qué?”
Ese gran “¿Por qué?” que suponepropósito, como tantas veces me he condicionado. Esas causas que llevan a otras hasta acabar en ninguna, rompiendo su regla y dejando su teoría con la misma laguna.
Le pregunté alviento, que supongo mucho ha viajado, “¿debo preocuparme?” Pero no disfrutábamos del mismo idioma. Cuestioné al árbol, que me lleva unos años, “¿tengo por qué preocuparme?”Sin embargo, creció tanto que mi voz no logró alcanzarlo. Se me acercaron unas aves, a la cuales aprovecho e interrogo, no obstante un movimiento mío y salieron volando. Y asífue como finalmente me despedí de las tonterías.
Las dudas me levantaron del suelo y me señalaron nuevas rutas. Esta vez recorriendo esas autopistas asfaltadas enevidencias, desarrolladas por civilizaciones que reconocen los límites de su inteligencia, siendo ese gran detalle lo que nos posibilitó descubrir el humilde mundo de la ciencia.
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