Poema

LA CAIDA DE LAS HOJAS (MARCOS RAFAEL BLANCO BELMONTE)

¡Matrimonio feliz! Miraba dichoso correr a sus dos hijos por el jardín.
Son de plata sus risas infantiles y son de oro sus rizos que vuelancon el viento

Descansaban para después, con un grito provocador reanudar el juego con más entusiasmo y más ahínco.
Algunas veces el uno en brazos del otro cae.
¡Cómo se quieren los dos niños!Ella es fresca, robusta y apiñonada,
él, es un tanto pálido y raquítico,
pero ambos son iguales en amarse,
iguales en su eterno regocijo,
iguales en bondad y hermosura,
iguales enespíritu.

Una mañana, cuando alegres ambos correteaban fueron sorprendidos por una extraña visita,
era un lejano tío, médico de gran fama, que al llamado del padre fue solícito, porque le despertaban lainquietud, de la delicada complexión del niño.

El médico lo toma entre sus brazos,
lo examina,
y sus carrillos besando con ternura, lo autoriza a continuar con su entretenido juego.Jugaban a ocultarse,
la hermanita había hecho en la alcoba su escondrijo
y en tanto su hermanito la buscaba, ella escuchó el pronóstico del tío.

-Amarga es la verdad y me lastima tener que decirla,pero es preciso,

la primavera defiende su organismo,
Le hace bien el aroma de las flores
¡Ah!, pero a la caída de las hojas secas del otoño, y la calzada se alfombre de éstas, tenedresignación, morirá el niño!

Pasó la exquisita primavera,
pasó el caluroso estío,
y a las primeras rachas otoñales aquel ser enfermizo demostró que el doctor no mentía,
fue perdiendo los ánimos,
Aljugar, mostraba desaliento,
al comer, era nulo su apetito,
y una triste mañana ya su lecho abandonar no quiso.

Los padres permanecen largas horas contemplando a su pálido hijo,
que es el serde su ser,
que es toda su alma, ¿Toda? ¿Y la niña?, El otro ser querido que adora con pasión al dulce hermano,

¿Dónde está la niña?
¿Dónde se ha ido que no acude a las voces del hermano...