Poema

Esa sonrisa… que me dabas.

Te había visto un par de veces, con los libros bajo el brazo, con ese andar elegante y rostro levantado, un par de lentes que resbalaban levemente por el puente de tu nariz perfilada, cabello oscuro serpenteaba con el generoso viento que se creaba al caminar, te decían la diosa, tu belleza, inteligencia y tu buena posición económica, te hacia casi inalcanzable.Me quede hipnotizada al ver que suavemente pasando tus largos dedos por el cabello azabache, atrapando algunas hebras perezosas detrás de tu oreja y sonreías afablemente a los saludos tímidos de otros estudiantes, que en sus ojos evidenciaban la admiración que te tenían, provocando leves suspiros y rostros sonrojados, que tal vez ignorabas.

Te seguía con la mirada hasta perderte entre lasextensas puertas de la universidad, no me había dado cuenta que hacia un par de días te prestaba más atención, desde aquel día que coincidimos en el pasillo, desde que me pareció ver esa sonrisa, desde que tus ojos se cruzaban continuamente con los míos.

Imaginaciones mías, supuse, alguien tan inteligente, hermosa y popular, apenas cruzaría unas palabras conmigo, pero en realidad ni eso hacías,solo sonreías de un modo muy particular, mientras pasabas a mi lado, sin apartar la mirada de la mía, después de todo eras de curso superior, alguien que pronto se graduaría.

Si… son ideas absurdas, pero aún así no podía quitarte de la cabeza, me rondabas como fantasma perdiéndome en un mar de pensamientos, en un mar tan azul como el color de tus ojos, los cuales me gustaría contemplarlos, sinrestricción hasta dormir entre ellos.

Pero eso solo sucedería en los sueños de una ilusionada chica como yo, tal vez hasta suspiraba en ese momento, que me perdí entre las hojas verdes del árbol que estaba cerca de la ventana, hasta que una silueta trajera mi atención, era precisamente quien rondaba mis pensamientos. Tú


Escuche a alguien llamarte y tras eso detuviste tus distraídos pasosy despegando la mirada del libro que ibas leyendo mientras caminabas, un escalofrió recorrió por mi cuerpo, cuando nuestros ojos se encontraron al girarte, una sonrisa comenzó a extenderse por tus delgados labios, sin percatarme una similar se formaba en los míos, tal vez a todos les tratabas igual.

Descubriendo en silencio algo de lo cual ignoraba y que algún día comprendería, esa sonrisa queotorgabas a todos, esa actitud serena y amable, era una gran barrera entre tú y los demás, una la cual no sabia su significado, manteniendo a todos del otro lado sin permitirles llegar más a ti.

Entonces al encontrarnos esa sonrisa cambiaba, era diferente, tus ojos buscaban los míos, mientras que yo evitaba los tuyos, pues esa mirada tan penetrante tal vez seria capaz de descubrir lospensamientos acusadores que me asechaban.

Suspiraba, ya varios días que lo hacia sin pensar, necesitaba sacarte de mi cabeza, no recordaba ni en que momento sucedió, solo tenia que hacerlo, pues aquello era meramente platónico, otro suspiro y la mirada perdida en el expendedor de sodas, salir no fue una buena idea.

-¡Rayos! – la necia maquina se negaba aplacar mi sed o simplemente quería aplacarmi frustración reprimida, incluso creía percibir tu aroma ese agradable olor a jazmín que emanabas, la cordura me abandonaba al derramarle con ese pensamiento, sigue soñando me dije, quizás algún día de estos.

-No deberías destruir la propiedad privada-

Esa voz paralizo mis pensamientos, aquel aroma advertía mis sentidos, que se trataba de ti, aun sin creerlos me gire para encontrar laultima pieza de ese puzzle, tu aroma, tu voz… que se había grabado en mi mente, sin que te dieras y me diera cuenta.

Aún con la expresión de sorpresa, te acercaste con la mirada interesada, hasta que le distes un golpecito certero haciendo que servidor liberara el refresco y me lo entregaste con esa maldita sonrisa que atormentaba mis sueños.

-Gracias… -musite tomando la lata de tu mano,...