poema
Hace muchos años ocurrió un hecho sorprendente, que si no se registró en los anales de la historia, fue pordesconocimiento.
Había un hombre que estaba sentado a la vera de un camino, solo y cavilando. Se llamaba Aquiles. Su mirada era triste, porque no tenía a nadie y a nadie parecía importarle. Él ya había pasado más de media vida y no le quedaba ningún amigo.
No tenía padres ni hermanos, ni siquieraun amor, por lo que la vida se le hacía difícil. Pensaba que nadie le iba a echar de menos. Pero un día, observó que no estaba solo. Alguien lemiraba fijamente, era un joven de extraordinaria belleza. Cuando Aquiles le preguntó que hacía allí, el muchacho le contestó que estaba esperándole. Elhombre entonces extrañado le volvió a preguntar que quien era, entonces el apuesto chico, se sonrió y dijo:
- ¿Es qué no sabes quién soy? Llevamosmuchos años juntos. Soy tu Ángel de la Guarda.
Aquiles sintió una gran alegría. Aquella presencia fue como un bálsamo para su corazón.
El ser angélicoestuvo todo el día con él y le confortó, haciéndole ver lo necesario que era para muchas personas. Cuando su Ángel Custodio le dejó, Aquiles sonrió.Su tristeza había acabado. Todavía le quedaban muchos años por delante. Se sentía feliz y útil; y además estaba su protector que siempre leacompañaría. Por fin había encontrado el significado de la vida: ser feliz haciendo felices a los demás y disfrutar cada día como si fuera el último. FIN
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