poema

JUSTICIA DEL MÁS ALLÁ
De la onda a la palmita, y de la palmita a la onda se la pasaba Efigenio Araque, asiduo caminante de ese trayecto intermunicipal.
Un día, sábado por la tarde y después deuna faena en el campo, exactamente en la finca heredada de su padre, salió Néstor de su casa, que quedaba a la orilla de la carretera, adornada por dos hermosos araguaneyes que en época de primavera ledaba un aspecto muy especial por ese amarillo tan intenso de sus flores que todos los que pasaban se quedaban tan extasiados que le causaba envidia tanta belleza.
Al llegar a la palmita Efigenio seconsigue con José del Carmen Rujano, un usurero de la región y este le dice, Efigenio te invito a tomarnos una botella de ron y si quieres tabaco también te lo brindo pero acompáñame que no quieroestar solo, dirigiéndose al negocio de Rodolfo Blanco y así se inicio una parranda que culmino después de cuatro botellas de ron y para siempre, porque en el transcurso de la parranda José del Carmen ledijo a Efigenio, le compro la casa, póngale precio que aquí tengo un documento para que lo firme y este le respondió…¡no señor no sea pendejo si usted me invito para joderme está equivocado…! Yo micasa no la vendo esa es una herencia que me dejo mi padre y yo también se la voy a dejar a mis hijos.
Al escuchar esto José del Carmen se molestó mucho y le dijo; a mí nadie me dice pendejo y menosusted y tampoco nadie me rechaza una oferta yo por aquí le he comprado a todo el mundo porque yo tengo mucha plata… las voces fueron subiendo de tono lo que llamó la atención de las otras personas queallí se encontraban quienes se acercaron y dijeron; ¡eso es Efigenio no se deje! no joda este hombre es un vivo que ha jodido a más de uno por aquí y usted se sabe defender.
Al escuchar estas palabrasEfigenio se llenó de valor y se puso de pie escupiendo la bola de chimó que tenía en la boca, procediendo a quitarse la camisa dejando al descubierto un pecho fuerte, pero también se le podía entre...