poema

fechas de carnavales EL ORIGEN LUNAR DE ALGUNAS FIESTAS Y LA FECHA DE LA PASCUA MIKEL ARAMBURU UR T A S U NCuando escribo estos renglones todava humea el rescoldo de la hoguera en la que ardi, una vez ms, el gigante Miel Otxin. Se recogen disfraces, caretas, gorros... hasta el ao prximo en que nuestros pueblos y ciudades repetirn la farsa de Carnaval. Cundo sern los Carnavales el ao que vieneLa pregunta que surgir con mayor apremio a medida que finalice el oto- o y d comienzo el invierno, y segn el grado de previsin y anticipacin de los mozos, ser, como siempre, en el mismo sentido Cmo caen este ao los Carnavales La pregunta se suele referir al periodo de Carnaval propiamente dicho o conocido, es decir, a los das gordos. Ya sabemos que el Carnaval comprende un lapso de tiempoindefinido, pero intuido, desde el solsticio de invierno al Mircoles de Ceniza. Dentro de este espacio temporal existen unas fechas de nfasis o clmax justo las anteriores al citado Mircoles que da inicio a la Cuaresma. Para contestar a la pregunta nos basta mirar el calendario del ao y comprobaremos que el Martes de Carnaval ser el da anterior al Mircoles de Ceniza. Por definicin. As que nuestra primeraimpresin es que el Carnaval, con su atavismo pagano, viene fijado por el calendario litrgico catlico. En efecto, la relacin Carnaval-Cuaresma es un binomio sobre el que la Iglesia desarroll una importante ordenacin de la vida de sus fieles, y sobre el que han incidido en gran medida la literatura, el arte, la historia, la antropologa, etc. Debemos admitir la fuerza que indirectamente leproporciona al Carnaval su brusco final en la triste y dura cuaresma. Hasta tal punto que, como nos hace notar Caro Baroja (1), la prdida del Carnaval se ha debido en buena manera a la prdida de los rigores y severidad de la Cuaresma. Pero no acaba aqu la labor ordenadora y sincrtica de la Iglesia catlica. Ampliemos nuestra visin a todo el calendario folklrico y profundicemos un poco en sus orgenes paramejor entender la razn de unas celebraciones (1) Caro Baroja, Julio y Temprano, Emilio Disquisiciones antropolgicas, Ediciones Istmo, Madrid 1985 pp. 293 y ss. 57M I K E L A R A M B U R U U R T A S U N que se han mantenido vivas hasta nosotros (para morir, precisamente, a nuestros pies). Si iniciamos el recorrido en el da primero de enero hallaremos en nuestro entorno, distribuidos de una uotra manera, distintos elementos de la Cultura Tradicional con desigual vigencia, tales como los ritos de agua en Ao Nuevo, las cencerradas de la vspera de Reyes, la bendicin del ganado por San Antn, la fiesta de la Candelaria y las candelas de especial virtud que se bendicen, San Blas y su patronazgo de las afecciones de garganta, las cuestaciones y cantos de Santa Agueda, los sealados carnavales,la bendicin de los ramos, cuestaciones infantiles por San Gregorio, los rituales de Semana Santa (el ruido, las tinieblas...), San Marcos, las rogativas y procesiones a ermitas y santuarios por la Ascensin, los mayos y mayas, la bestaberri del Corpus, los festivales gnicos del solsticio de San Juan, rondas y cuestaciones por San Pedro, las fiestas patronales del esto, nuevas cuestaciones porTodos los Santos, San Martn, y ritos de fuego y Olentzero en Navidad. En el mismo sentido Franco Cardini nos propone el comienzo del ao folklrico en el otoo coincidiendo con las faenas agrcolas de la siembra. Agrupa y divide los rituales segn los periodos, as comienza un periodo de colectas, puskak, desde San Martn al Carnaval, incluye el tronco de Navidad, sukilero en Navarra, los propioscarnavales y las farsas charivricas. Vendr a continuacin la primavera con base en dos ciclos paralelos la cuaresma catlica y el despertar de la Naturaleza pasando hasta el solsticio de verano por los controvertidos cultos vegetacionistas del mes de mayo, para terminar en el esto como punto final del ao folklrico. He trado este esquema del historiador italiano para subrayar su punto de mira sobre el...