Poemario Romantisismo
Ven, camina conmigo,
sólo tú has bendecido alma inmortal.
Solíamos amar la noche invernal,
Vagar por la nieve sin testigos.
¿Volveremos a esos viejos placeres?
Las nubes oscuras se precipitan
ensombreciendo las montañas
igual que hace muchos años,
hasta morir sobre el salvaje horizonte
en gigantescos bloques apilados;
mientras la luz de la luna se apresura
comouna sonrisa furtiva, nocturna.
Ven, camina conmigo;
no hace mucho existíamos
pero la Muerte ha robado nuestra compañía
-Como el amanecer se roba el rocío-.
Una a una llevó las gotas al vacío
hasta que sólo quedaron dos;
pero aún destellan mis sentimientos
pues en ti permanecen fijos.
No reclames mi presencia,
¿puede el amor humano ser tan verdadero?
¿Puede la flor de la amistad morirprimero
y revivir luego de muchos años?
No, aunque con lágrimas sean bañados,
Los túmulos cubren su tallo,
La savia vital se ha desvanecido
y el verde ya no volverá.
Más seguro que el horror final,
inevitable como las estancias subterráneas
donde habitan los muertos y sus razones,
El tiempo, implacable, separa todos los corazones.
EMILI BRONTË
AMOR ETERNO
Podrá nublarse el soleternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.
Gustavo Adolfo Bécquer
APOYANDO MI FRENTE CALUROSA…
Apoyando mi frente calurosa
en el frío cristal de la ventana,
en el silencio de la oscura noche
desu balcón mis ojos no apartaba.
En medio de la sombra misteriosa
su vidriera lucía iluminada,
dejando que mi vista penetrase
en el puro santuario de su estancia.
Pálido como el mármol el semblante;
la blonda cabellera destrenzada,
acariciando sus sedosas ondas,
sus hombros de alabastro y su garganta,
mis ojos la veían, y mis ojos
al verla tan hermosa, se turbaban.
Mirábase alespejo; dulcemente
sonreía a su bella imagen lánguida,
y sus mudas lisonjas al espejo
con un beso dulcísimo pagaba...
Mas la luz se apagó; la visión pura
desvanecióse como sombra vana,
y dormido quedé, dándome celos
el cristal que su boca acariciara.
Gustavo Adolfo Bécquer
POHEMA GRIMIDES (GANIMEDES)
En tu luz matinal como me envuelves,
¡oh primavera amada!
Con todas las delicias delamor,
entra en mi pecho
tu sacro ardor de eterna llamarada;
¡oh infinita Belleza:
si pudiese estrecharte entre mis brazos!
Recostado en tu pecho languidece
mi corazón; de musgos y de flores
dulcemente oprimido, desfallece.
Tú apaciguas mi sed abrasadora,
¡oh brisa matinal y acariciante!
mientras el ruiseñor enamorado
me llama entre la niebla vacilante.
Ya voy, ya voy, y ¿adónde?¡Ay! ¿Adónde? Hacia arriba, ¡siempre arriba!
Flotan, flotan las nubes o descienden
y abren paso al amor de ímpetu fiero.
A mí hacia mí, contra tu ser, ¡arriba!
¡En abrazo sin par, arriba, arriba!
Contra tu corazón, ¡oh dulce padre,
oh inmenso padre del amor fecundo!
JOHANN WOLFGANG VON GOHETHE
Rima IX
Besa el aura que gime blandamente
las leves ondas que jugando riza;
el sol besa a la nube en occidente
y de púrpura y oro la matiza;
la llama en derredor del tronco ardiente
por besar a otra llama se desliza;
y hasta el sauce, inclinándose a su peso,
al río que le besa, vuelve un beso.
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
AIRE QUE BESA, CORAZÓN QUE LLORA
Águila del dolor y la pasión,
cruz resignada,alma que perdona…
eso soy yo.
Serpiente del amor, risa traidora,
verdugo del ensueño y de la luz,
perfumado puñal, beso enconado…
eso eres tú.
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
CUESTIONES
A orillas del mar desierto,
Junto al piélago intranquilo,
Un joven lleno de dudas
Se detiene pensativo,
Y así a las ondas inquietas
Dice con aire sombrío:
-«Explicadme de la vida...
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