Poemas De Ruben Darío
Lo fatal.
Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grandeque el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuroterror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carneque tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...
A Phócas, elcampesino.
Phocás el campesino, hijo mío, que tienes
en apenas escasos meses de vida, tantos
dolores en tus ojos que esperan tantos llantos
por el fatalpensar que revelan tus sienes...
Tarda a venir a este dolor adonde vienes,
a este mundo terrible en duelos y en espantos;
duerme bajo los Ángeles, sueñabajo los Santos,
que ya tendrás la Vida para que te envenenes...
Sueña, hijo mío, todavía, y cuando crezcas,
perdóname el fatal don de darte la vida
queyo hubiera querido de azul y rosas frescas;
pues tú eres la crisálida de mi alma entristecida,
y te he de ver, en medio del triunfo que merezcas renovando el fulgor de mi psique abolida.
Campoamor.
Éste del cabello cano,
como la piel del armiño,
juntó su candor de niño
con su experiencia de anciano; cuando se tiene en la mano
un libro de tal varón,
abeja es cada expresión
que, volando del papel,
deja en los labios la miel
y pica en el corazón.
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