Poemas del barroco
Anacreonte español, no hay quien os tope,
que no diga con mucha cortesía,
que ya que vuestros pies son de elegía,
que vuestras suavidades son de arrope.
¿Noimitaréis al terenciano Lope,
que al de Beleforonte cada día
sobre zuecos de cómica poesía
se calza espuelas, y le da un galope?
Con cuidado especial vuestros antojos
dicen que quierentraducir al griego,
no habiéndolo mirado vuestros ojos.
Prestádselos un rato a mi ojo ciego,
porque a luz saque ciertos versos flojos,
y entenderéis cualquier greguesco luego.
Luis de Góngora
Ala beatificación de San Ignacio
En tenebrosa noche, en mar airado,
al través diera un marinero ciego
de dulce voz y de homicida ruego,
de sirena mortal lisonjeado,
si el fervoroso celadorcuidado
del grande Ignacio no ofreciera luego,
farol divino, su encendido fuego
a los cristales de un estanque helado.
Trueca las velas el bajel perdido,
y escollos juzga que en el mar selavan,
las voces que en la arena oye lascivas;
ves el puerto, altamente conducido
de las que para norte suyo estaban
ardiendo en aguas muertas llamas vivas.
Luis de Góngora
Ilustre yhermosísima María
Lustre y hermosísima María,
mientras se dejan ver a cualquier hora
en tus mejillas la rosada aurora,
Febo en tus ojos y, en tu frente, el día,
Y mientras con gentil descortesíamueve el viento la hebra voladora
que la Arabia en sus venas atesora
y el rico Tajo en sus arenas cría;
Antes que de la edad Febo eclipsado
y el claro día vuelto en noche oscura,
huya la Aurora delmortal nublado;
Antes que lo que hoy es rubio tesoro
venza a la blanca nieve su blancura,
goza, goza el color, la luz, el oro.
Luis de Góngora
A una nariz
Érase un hombre a una nariz pegado,érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.
Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca...
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