Poemas del libro doctor jivago
POESIAS DE YURI JIVAGO
HAMLET
Se apaga todo ruido. A escena salgo. Apoyado en la jamba de la puerta, voy recogiendo del lejano eco las cosas que suceden en mi siglo.
Me apuntan en la sombra de la noche millares de binóculos de fuego. Si solamente fuera esto posible, abba, padre, de mi aparta este cáliz.
Yo amo este designio terco tuyo, recitare con gusto estefragmento, pero otro drama esta representándose. Por esta vez, al menos, dispensadme.
Mas fijado esta el orden de los actos y es inmutable el termino. Estoy solo. Húndase todo en el fariseismo. Vivir la vida no es cruzar un campo.
MARZO
El sol calienta tanto que los miembros fatiga y en delirio se agita el fondo del torrente. Como en las de una moza gallarda, la faena aquí a la primavera lebulle entre las manos.
Languidece la nieve consumida de anemia en ramificaciones de azules venas flacas. Y, sin embargo, humea la vida en los establos y salud van danzando los dientes de los bieldos.
¡OH, estas noches de ahora, estos días y noches! Repica la gotera en pleno mediodía. Se funden los carámbanos que cuelgan del alero y sin sueño murmuran los regueros su curso.
Todo este bien abierto,la cuadra y la cochera. Palomas picotean la avena entre la nieve. Hacedor de la vida, responsable de toda esta oliendo el estiércol a fresquísimo aire.
EN SEMANA SANTA
Las nocturnas tiniebla aun en torno. Todavía es tan pronto para el mundo que numero no tienen las estrellas y cada una como DIA luce. Si pudiese la tierra durante pascua se adormecería oyendo la lectura del salterio.
Lasnocturnas tiniebla aun en torno. Sobre la tierra ahora es tan temprano que de la encrucijada hasta la esquina para una eternidad duerme la plaza, y hasta que llegue el alba y la tibieza aun le falta un milenio.
Todavía la tierra esta desnuda y tañen las campanas, respondiendo desde afuera, en la noche, al coro de los cantos.
Y desde el jueves santo hasta el sábado santo, todo el DIA, va el aguataladrando las riberas ensortijando blancos remolinos.
Descubierto esta el bosque y despojado y en la semana de pasión parecen una hilera de orantes. Los incontables troncos de los pinos.
En la ciudad, en un espacio exiguo, como llegados a una cita, observan los árboles desnudos, por encima del cancel de la iglesia.
Y de temor se llena su mirada, y tiene sus motivos esta angustia, de susrecintos salen los jardines, se tambalea el orden de la tierra; al señor lo sepultan.
Y ven la luz ante las regias puertas, la hilera de los cirios, mantos negros y los rostros llorosos, después la prosesion sale al encuentro de ellos con el sudario y los dos abedules de la entrada habrán de hacerse a un lado.
Gira el cortejo en el espacio exiguo al borde de la acera y trae la primavera de la calleprimaverales pláticas y aire que sabe ya a sagradas formas y a una embriaguez de primavera.
Y el mes de marzo desparrama nieve sobre los pordioseros de la entrada, como si un hombre, allí recién llegado, con el arca, la abriese y hasta el fondo lo diera todo generosamente.
Y dura el canto hasta que llega el alba y ahitamente sollozados llegan, dóciles desde dentro, a los viejos faroles de la calleel sermón o los salmos.
Lo creado y la carne, a medianoche callaran. Y una voz de primavera dirá que apenas el buen tiempo llegue se podrá en el esfuerzo de la resurrección vencer la muerte.
LA NOCHE BLANCA
Lejanos tiempos surgen de mi sueño, la casa, el arrabal de Petersburgo. Hija de humildes gentes de la estepa, en kursk nacida, vas al instituto.
Eres bella, y te admiran muchossiempre. En esta noche blanca los dos juntos, de pechos en tu alfeizar, miraremos desde tu rascacielos hacia abajo.
Con su primer temblor roza la aurora, mariposas de gas, a los faroles. Lo que yo te susurro se parece mucho a las lejanías soñolientas.
Y nos posee la misma estremecida sumisión al misterio, igual que a Petersburgo en su paisaje tendido allen de el neva ilimitado.
Lejos, tras un...
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