Poemas Mas Resaltados Del Modernismo
Poesía modernista
Ornada tu belleza primitiva
por diestra mano, con extraños dones,
sumergiste tus miembros en el traje
de seda japonesa. Era de corte
imperial. Ostentaba ante los ojos
el azul de brillantes gradaciones
que tiene el cielo de la hermosa Yedo,
el rojo que la luz deja en los bordes
del raudo Kisogawa y la blancura
jaspeada de fulgentes tornasolesque, a los granos de arroz en las espigas
presta el sol con sus ígneos resplandores.
Recamaban tu regia vestidura
cigüeñas, mariposas y dragones
hechos con áureos hilos. En tu busto
ajustado por anchos ceñidores
de crespón, amarillos crisantemos
tu sierva colocó. Cogiendo entonces
el abanico de marfil calado
y plumas de avestruz, a los fulgores
de encendidas arañas venecianas,mostraste tu hermosura en los salones,
inundando de férvida alegría
el alma de los tristes soñadores.
Julián del Casal, “Kakemono”
Dejas que el blanco cisne en la laguna
Los dulces besos del terral aguarde,
Jugando con el brillo de la luna,
Nadando entre el reflejo de la tarde.
¡Y mí, Señor, a mí no se me alcanza,
En medio de la mar embravecida,
Jugar con la ilusión y la esperanza
En estatriste noche de la vida!
Juan Clemente Zenea, “Días de la esclavitud”
¡Quién hiciera una trova tan dulce que al espíritu fuese un aroma,
un ungüento de suaves caricias con suspiros de luz musical!
Salvador Díaz Mirón, “Gris de perla”
Desde las puertas de la Sorpresa
hasta la esquina del Jockey Club,
no hay española, yanqui o francesa,
ni más bonita ni más traviesa
que laduquesa del duque Job.
Manuel Gutiérrez Nájera, “Duquesa Job”
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.
Rubén Darío, “Canción de otoño en primavera”
Rubén Darío, “Sonatina”
La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, queha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga deuna vaga ilusión.
¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere sermariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines deOriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
¡Oh, quién fuera Hipsípila que dejó lacrisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida.)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe,
(La princesa está pálida. La princesa está triste.)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!
-«Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-;
en caballo, con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el...
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