Poemas
De Alfredo Espino
Es porque un pajarito de la montaña ha hecho,
en el hueco de un árbol, su nido matinal,
que el árbol amanece con música en el pecho,
como que situviera corazón musical.
Si el dulce pajarito por entre el hueco asoma,
para beber rocío, para beber aroma,
el árbol de la sierra me da la sensación
de que se le ha salido, cantando,el corazón.
Sirena
Va sobre espuma alzada, casi en vuelo,
sin rozar el navío ni la roca
y la distancia abierta la provoca
un doloroso afán de agua y de cielo.
El cantosuelto, desflecado el pelo,
de la tierra inocente, grave y loca;
encendidos los sueños y en la boca
la extraña sangre de una flor de hielo.
No es el tritón quien le transformael pecho,
ni el querubín se inflama entre sus labios
para beber después llanto deshecho.
Un hombre, nada más... Con brazos sabios
la tiende sobre el peso de la tierra
y allíse arrastra dulcemente en guerra.
La iguana
La iguana sola. Sobre la piedra sola.
En pleno mediodía
apenas mueve su dorada cola.
Cola con sol y cola con poesía.
Sola. Sola.El sol la tornasola.
Se vuelve pedrería.
Su cresta en la cabeza es una ola
de fina alfarería.
Junto a los cactus, lejos de la hoja
la iguana está sobre la piedra roja.
Sobre lapiedra roja. Roja y dura.
Sola. Sola. El sol la tornasola.
Cuando mueve su dorada cola,
la cola le fulgura.
Como tú
Yo como tú
amo el amor,
la vida,
el dulce encanto de las cosasel paisaje celeste de los días de enero.
También mi sangre bulle
y río por los ojos
que han conocido el brote de las lágrimas.
Creo que el mundo es bello,
que la poesía es comoel pan,
de todos.
Y que mis venas no terminan en mí,
sino en la sangre unánime
de los que luchan por la vida,
el amor,
las cosas,
el paisaje y el pan,
la poesía de todos.
Regístrate para leer el documento completo.