poemas
Lleva puesto un gabán que le llega al ombligo, y debajo del gabán saca la cabeza algo así como una gallina.
Sí, es unagallina colorada la que lleva Esteban debajo del gabán. Se le ven los ojos dormidos y el pico abierto
como si bostezara. Yo le pregunto:
-Oye, Teban, ¿de dónde pepenaste esa gallina?
-Es la mía-dice él.
-No la traías antes. ¿Dónde la mercaste, eh?
-No la merque, es la gallina de mi corral.
-Entonces te la trajiste de bastimento, ¿no?
-No, la traigo para cuidarla. Mi casa se quedó sola ysin nadie para que le diera de comer; por eso me la traje.
Siempre que salgo lejos cargo con ella.
-Allí escondida se te va a ahogar. Mejor sácala al aire.
Él se la acomoda debajo del brazo y lesopla el aire caliente de su boca. Luego dice:
-Estamos llegando al derrumbadero.
Yo ya no oigo lo que sigue diciendo Esteban. Nos hemos puesto en fila para bajar la barranca y él va mero
adelante. Seve que ha agarrado a la gallina por las patas y la zangolotea a cada rato, para no, golpearle la
cabeza contra las piedras.
Conforme bajamos, la tierra se hace buena. Sube polvo desde nosotros comosi fuera un atajo de mulas lo que
bajará por allí; pero nos gusta llenarnos de polvo. Nos gusta. Después de venir durante once horas pisando la
dureza del Llano, nos sentimos muy a gusto envueltosen aquella cosa que brinca sobre nosotros y sabe a tierra.
Por encima del río, sobre las copas verdes de las casuarinas, vuelan parvadas de chachalacas verdes. Eso
también es lo que nos gusta.
Ahoralos ladridos de los perros se oyen aquí, junto a nosotros, y es que el viento que viene del pueblo retacha en
la barranca y la llena de todos sus ruidos.
Esteban ha vuelto a abrazar su gallinacuando nos acercamos a las primeras casas. Le desata las patas para
desentumecerla, y luego él y su gallina desaparecen detrás de unos tepemezquites.
-¡Por aquí arriendo yo! -nos dice Esteban....
Regístrate para leer el documento completo.