Poemas
José Emilio Pacheco
Ecuación de primer grado con una incógnita
En el último río
de la ciudad, por error
o incongruencia fantasmagórica, vi
de repente un pez casi muerto. Boqueaba envenenado por el agua inmunda, letal
como el aire nuestro. Qué frenesí
el de sus labios redondos,
el cero móvil de su boca.
Tal vez la nada
o la palabra inexpresable,
la última voz
de lanaturaleza en el valle.
Para él no había salvación
sino escoger entre dos formas de asfixia.
Y no me deja en paz la doble agonía,
el suplicio del agua y su habitante.
Su miradadoliente en mí,
su voluntad de ser escuchado,
su irrevocable sentencia.
Nunca sabré lo que intentaba decirme
el pez sin voz que sólo hablaba el idioma
omnipotente de nuestra madre la muerteJosé Emilio Pacheco
El fuego
En la madera que se resuelve en chispa y llamarada
luego en silencio y humo que se pierde
miraste deshacerse con sigiloso estruendo tu vida
Y tepreguntas si habrá dado calor
si conoció alguna de las formas del fuego
si llegó a a rder e iluminar con su llama
De otra manera todo habrá sido en vano
Humo y ceniza no serán perdonados
pues nopudieron contra la oscuridad
tal leña que arde en una estancia desierta
o en una cueva que sólo habitan los muertos.
José Emilio Pacheco
El mar sigue adelante
Entre tantoguijarro de la orilla
no sabe el mar
en dónde deshacerse
¿Cuándo terminará su infernidad
que lo ciñe
a la tierra enemiga
como instrumento de tortura
y no lo deja agonizar
no le otorga unminuto de reposo?
Tigre entre la ola rasca
de su absoluta impermanencia
Las vueltas
jamás serán iguales
La prisión
es siempre idéntica a sí misma
Y cada ola quisiera ser la últimaquedarse congelada
en la boca de sal y arena
qué mudamente
le está diciendo siempre:
Adelante
José Emilio Pacheco
Las perfecciones naturales
De las capitanías de...
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