Poesia callejera

Las heridas de mi corazón poco a poco han sanado, algo que creí imposible lentamente se ha suturado y con el tiempo va llegando a su olvido, gran partede esa lucha para no sufrir la gane batallando como un gladiador pero solo encontraba neutralizar tal herida y evitar que sangrara.

En mi vi un hombreluchador con ahincó y con aliento de salir adelante que creyó lograr ganar aquella guerra, y si después de tanto luchar por fin pude ganar, en elmomento en donde más sentía mi victoria era la mitad de mi guerra, y podría ser que hoy todavía estuviera batallando. Pero en plena guerra y cuando mas fuerzassentía por fin apareció la luz, una luz hermosa la cual el cansancio no me la dejaba ver, era como un oasis que al final termino siendo verdad, era elaliento que por tanto tiempo me falto y el cual mucho anhele encontrar, y mientras esa luz pasaba a mi lado, mi cuerpo no lo creía y poco a poco en sudesespero la estuvo asimilando.

Fue allí donde por fin pude declara mi victoria, donde por fin entendí que la batalla mas dura de la vida la había ganadoy que esa luz le hacia entender a mi corazón que su herida había sanado, que poco a poco volvería a ilusionarse Aquella luz fue mi ultima arma, y esaarma suturo mi corazón, me hizo dar la ultima puñalada a mi tristeza y por fin volver a reír. De aquella luz no tengo descripción, solo sé que fue laaparición de una mujer, una mujer que brindándome alegría de su vida, me recordó la belleza de la vida.

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LA LUZ DE MI VICTORIA