poesia Odiame

ÓDIAME, DIOS…
Ódiame Dios más de lo que yo te odio a ti
papagayo de los basureros y de las risas
purulentas de los poetas amargos
ódiame hijo de las picaduras de serpientes
asesino de losniños del África
ódiame con tu pequeña tiniebla de almanaque
con el tintineo de tus cicatrices abolladas
por la oquedad de los abalorios que se quiebran porque sí.
Ódiame con el silencio infértil delas manzanas sin color
Ódiame por los días de lluvia y de fiebre
en que me dejas siempre en medio del tormento.
Ódiame con la sencillez hermafrodita de tu ser despampanante
que se va cerrando yabriendo como un molusco ebrio
como la luz puesta a secar en los tendederos de los manicomios
Ódiame por esa luz que horroriza a las palomas
y por el semen que baja por la pernera de tu pantalónceleste
podrido como los centavos que escondes debajo de tu almohada
tú ladrón de trapos de cocina con los que limpias
la vena radiante de la soldadesca
tú payaso hirsuto que te mofas de tumujer encinta
mientras ella se moja ante su creencia de que puedas salvarla
de antemano de su segura caída en los infiernos
ah esos infiernos de almiara que se agrupan en los trenes
esos aerolitosde invención que tus vagabundos alaban
sentados sobre la bacinica donde ocultas tu corazón agusanado
tú rata de los caminos hijo bastardo de ti mismo
Ódiame por las niñas que esparcieron sumenstruo
como te esparces tú cuando los demonios del edén
te cogen sobre la piedra de tu sangre deleitosa
sangre bebida en los santuarios de los orfelinatos
porque nada hay tan perfecto comobalbucir
tu nombre entre las brasas de los albañales
donde vienen a revolcarse en nombre tuyo
las monjas viciosas que no se sacian nunca
ni con la sal ni con el fuego.
Tú saqueador de tumbas usurero enla cima de tu propia angustia
ódiame del modo en que te odio
sácate los ojos con mis uñas infecciosas
echa tu corazón podrido sobre las faldas de las ancianas
que bendicen las calles donde a...