Poesia urbana.

Rutina.

Despierto. Son las seis de la mañana, abro los ojos con lentitud tratando de prolongar el momento. Estiró mi brazo derecho con pereza para apagar eldespertador. Palmo el lado izquierdo de la cama... no estás.

Mis ojos se dirigen hacía la ventana, el sol sigue escondido, disfrutando sus últimas horas de sueño.
Me levantó condesgana y camino hacía el baño, me despojo de mis ropas con lentitud, hace frío... abro el grifo del agua y espero.
Entro a la ducha, siento el agua recorriéndome,acariciando mi piel, relajando la tensión de mis músculos, despejando el cansancio de la noche de ayer. Tardo más de lo normal, esperando que corras la cortina y te duchesconmigo, sustituyendo al agua por tus manos y tu boca como habitualmente haces... pero nunca llegas. Cierro el agua y salgo empapada en desilusión, tomo una toalla y cubro micuerpo con ella.

Camino descalza por la habitación buscando mi ropa interior, el sol ya salió, iluminando la habitación con un resplandor que no me llega al alma. Mevisto desinteresadamente, tomo asiento frente al tocador, me peino dejando mi cabello suelto y me maquillo sutilmente. Quiero verme guapa para ti. Me dirijo hacía la cocinaa preparar el café, saco un cigarrillo y lo prendo, te fumo en cada calada, llenas mis pulmones mientras que parte de ti sale por mi boca en un aliento.

Miro la mesa,flores la decoran junto a dos tazas de café y un cenicero con cigarrillos consumidos en su interior. Algo falta. Vuelvo a mirar, siguen ahí las flores marchitas que hacemeses me regalaste, las dos tazas de café, el cenicero con los cigarrillos, sigue faltando algo... faltas tú. Faltas tú como cada día, todos los días, desde hace meses.