poesia
BELLI
EL PAÍS
BAJO MI
PIEL
Memorias de amor y guerra
PLAZA & JANES EDITORES, S. A.
Primera edición: enero, 2001
© 2000, Gioconda Belli
© de la presente edición: 2001, Plaza & Janes Editores, S. A.
Travessera de Gracia, 47-49. 08021 Barcelona
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ISBN: 84-01-01433-6
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Impreso en Liberdúplex, S. L.Constitució, 19. Barcelona
L 014336
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A Chepita, Alicia, Eda, Anita, Cristina,
María Elsa, Nidia, Petrona; muy especialmente para
Socorro Ruiz, Beatriz Mancilla, Dolores Ortega,
mujeres que colaboraron conmigo en las tareas del
frente doméstico y sin quienes dudo que este libro o las
andanzas de mi vida habrían sido posibles.
A mis hijos, Maryam, Melissa, Camilo y Adriana.
A Carlos, puerto demis tempestades.
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Rellenamos el cráter de las bombas
Y de nuevo sembramos
Y de nuevo cantamos
Porque jamás la vida se declara vencida
Poema anónimo vietnamita
La verdadera felicidad no consiste
en tener todo cuanto se desea,
sino en desear cosas que no se tienen
y en luchar por conseguirlas.
JULIO ANTONIO MELLA
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INTRODUCCIÓN
Dos cosas que yo no decidí decidieron mivida: el país donde nací y el sexo con que vine al
mundo. Quizás porque mi madre sintió mi urgencia de nacer cuando estaba en el Estadio
Somoza en Managua viendo un juego de béisbol, el calor de las multitudes fue mi destino.
Quizás a eso se debió mi temor a la soledad, mi amor por los hombres, mi deseo de trascender
limitaciones biológicas o domésticas y ocupar tanto espacio como ellos en elmundo. Delante
del estadio de donde mi madre salió hacia el hospital se alzaba entonces una estatua ecuestre de
Anastasio Somoza García, el dictador que inició en Nicaragua, en 1937, la dinastía somocista.
Quién sabe qué señales se transmitirían en el líquido amniótico, pero en vez de terminar como
deportista con un bate en la mano terminé esgrimiendo todas las armas a mi disposición para
botara los herederos del señor del caballo y participar en la lucha de mi país por liberarse de
una de las dictaduras más largas del continente americano.
No fui rebelde desde niña. Al contrario. Nada hizo presagiar a mis padres que la criatura
modosa, dulce y bien portada de mis fotos infantiles se convertiría en la mujer revoltosa que les
quitó el sueño. Fui rebelde tardía. Durante laadolescencia me dediqué a leer. Leía con
voracidad y pasmosa velocidad. Julio Verne y mi abuelo Pancho –que me proveía de libros–
fueron los responsables de que desarrollara una imaginación sin trabas y llegara a creer que las
realidades imaginarias podían hacerse realidad. Los sueños revolucionarios encontraron en mí
tierra fértil. Lo mismo sucedió con otros sueños propios de mi género. Sólo que mispríncipes
azules fueron guerrilleros y que mis hazañas heroicas las hice al mismo tiempo que cambiaba
pañales y hervía mamaderas.
He sido dos mujeres y he vivido dos vidas. Una de mis mujeres quería hacerlo todo según los
anales clásicos de la feminidad: casarse, tener hijos, ser complaciente, dócil y nutricia. La otra
quería los privilegios masculinos: independencia, valerse por sí misma, tenervida pública,
movilidad, amantes. Aprender a balancearlas y a unificar sus fuerzas para que no me
desgarraran sus luchas a mordiscos y jaladas de pelos me ha tomado gran parte de la vida. Creo
que al fin he logrado que ambas coexistan bajo la misma piel. Sin renunciar a ser mujer, creo
que he logrado también ser hombre.
Conciliar mis dos vidas ha sido más complejo. Ha significado la...
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