Poesia

“esta es la carta póstuma de la niñita que quería arrancarse el corazón”
A mi corta edad me dijeron que el alma se toca con las palmas llegas de llagas, en realidad es absolutamente intangible antecualquier mano carbonizada que de morbo pretenda rozarla. Nunca CRECI EN EL campo pero como me hubiese gustado despertar con la sátira complementada de las flores del delirio con el canto de lospájaros desatentos al nido incinerado. Prefiero la paz del ruido ensordecedor del televisor que declama blasfemias antirreligiosas y anuncia milagros de aparador. Me conmueven las rocas tanto como losancianos, los dos fríos, seniles e inútiles en los amores, y que claro, me dan cierta semejanza. Como adoro el sabor del egoísmo a las seis de la mañana que entra por la piel y me baña hasta quitarmepor completo el espirito filantrópico que pretendiendo orar se me pegó, mientras le ayudo con la esponja. Me resulta fascinante el alba grisácea que se aparece un momento y antes de irse, hacereverencia por ser hipócrita nada más.
Siento cierta repugnancia al anochecer cuando las tareas innecesarias como vestir, respirar y comer se me han terminado, mas sin en cambio me inquieta esa actitudpresumida de tu señor Dios al mostrarte de lejos los destellos neón que nunca podrías comprar. Por la tarde es cuando más me gusta quedarme callada, porque en la gran cuidad a nadie le interesa nile aberra mi ausencia sonora. Confirmo una vez más que el cielo es monstruoso, engañoso y nostálgico en el invierno, tan, tan lejos de mí, que ni todo mi amor habría de acercarnos. Acostumbro a noasombrarme, ya todo está visto, los ríos, las nubes, el bosque maldito, la tierra árida, la maldad de tu madre, la bondad del violador, las barajas cortadas, el ron derramado, los pies perforados porabsurda salvación temporal. Jamás he tenido un reloj, al parecer nunca le hace caso a mi día, resulta que siempre estoy llegando tarde a tu nacimiento o muy temprano a tu descenso pretencioso de...