poesia
Autora: Catalina Pastrana
Ante un tribunal de justicia,
estaba de pie, cansada, fría y altiva la mirada
esperando el fallo del juez,
una bella mujer.
Escalólos peldaños de la fortuna y la fama,
y alcanzó como ninguna
el lugar prominente de una dama.
Envuelta en su mutismo soportaba
Las voces que en su alma le gritaban.
¡Habla, defiéndete!¡Que las palabras
no se cierren en ti!
y recordaba ahí, aquellos días calurosos en la playa,
libres las manos y libre el pensamiento,
sin pena, contemplando el firmamento,
y mirando las gaviotasque volaban.
Siempre tubo por casa el firmamento,
no soporto un techos sobre su cabeza,
ni una lagrima ajena a su tímida tristeza.
Buscó como la alondra
un refugio en distintaslejanías,
un sol penetrante en cada aurora,
y un nuevo amanecer en cada día.
Pero quedó todo atrás; sus amores,
sus aciertos se esfumaron para tomar nueva forma
como el polvo de los muertos.
Yahora ahí, desesperada,
fingiendo ser abnegada se entregó;
pero empezó a reaccionar fríamente y si clemencia,
gritaría la verdad, la verdad de su inocencia.
¿La verdad? –se preguntó-, ¿ydespués
¡Tomaran a la culpable! ¡Y eso no!
¡A ella no…! ¡Es tan bella la pequeña…
que no pueden traerla aquí;
es mi hija y creo que sueña con vivir
cerca de mí!
¿Qué me pasa? ¡No laquiero…! ¡No la quise…!
¡Al nacer la abandone en una casa cuna ,
aunque jamás la olvidé!
Una vez volvía a la calle, camine con sobresaltos
muy cerca de aquella casa, la casa donde la dejé
tuvemiedo de mirarla y por miedo me alejé.
La noche de aquel suceso, azorada desperté,
con insistencia llamaban, me asuste.
Abrí, y frente a mí contemplé, tiritando por el frío,
o por el miedo, nosé; a esa joven…
a mi hija… temblando cerca de mí.
Llovía un poco esa noche,
no supe pues si lloraba, o eran las gotas de lluvia
que en su rostro resbalaban.
La tuve cerca de mí,...
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